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¡Mi jefe es lo peor!

¡Mi jefe es lo peor!

En tiempos difíciles, la necesidad de líderes cualificados hace más evidentes las carencias de una ‘profesión’ que no admite mediocridades. Los ejecutivos españoles salen bastante mal parados en los análisis sobre su capacidad para guiar los cambios en el futuro.

Hay profesiones que no admiten mucho margen de error. ¿Cuánto le daría usted a la "profesión" de jefe? Un reciente estudio de Otto Walter, en el que 4.312 colaboradores han evaluado a 712 mandos de empresas grandes y medianas, puede ayudar a contestar esta pregunta. La investigación, que otorga el nivel de "bueno" a todo jefe que alcance o supere la calificación de 45 sobre 50, revela que el 42% de los mandos directivos españoles no alcanza el nivel mínimo exigible.

Paco Muro, presidente ejecutivo de Otto Walter, recuerda que "un 80% de profesionales válidos y un 20% de mediocres no es viable en ninguna organización. Hay demasiados puestos de trabajo y demasiados resultados en juego. No es admisible ni válido estar por debajo de un nivel mínimo". Muro se pregunta si alguien daría por válido a un soldador que hiciera bien sólo un 80% de las soldaduras que realiza, o a un arquitecto al que sólo se le cayera un 10% de los edificios que construye.

El informe concluye que sólo dos de cada tres trabajadores afirma que la presencia de su jefe supone una ayuda útil para el equipo. Un 59,7% de los empleados contrataría a su superior si fueran ellos los que tuvieran una empresa y necesitaran un buen mando, mientras que tres de cada cuatro evalúa a su jefe como competente. Y un 22% prefiere arriesgarse a que venga uno nuevo en vez de seguir con el que tiene.

Para la mayoría de los encuestados, estos son los puntos más flojos de sus mandos directivos:

Reconocimiento
Apenas un 43% de los encuestados logra que su jefe le diga de manera formal que está satisfecho de su trabajo, al menos una vez al año.

El estudio destaca que, en términos de reconocimiento, los directivos se autoevalúan muy por encima de lo que valoran sus subordinados.

Paco Muro explica que "la cuestión va más allá de felicitar más. Esto parece ser un mero síntoma de un mal mayor. Un gran porcentaje de jefes no comprende la relación con sus equipos, no asume su papel como director de personas, sino más bien como encargado de la tarea o el objetivo. Parece algo cultural que se instala en la mente y el estilo de muchas empresas. Prueba de ello es que en la mayoría de las compañías grandes existe el cargo de director de recursos humanos, dando a entender que es ese departamento el que asume la responsabilidad de la dirección de las personas y no cada jefe con cada uno de los empleados asignados a su cargo, como realmente es". El informe concluye que esa confusión hace que el jefe novel acabe fácilmente más orientado a los números que al equipo, y se crea en muchos la percepción de que si se alcanzan los objetivos, aunque sea aparentemente, todo está bien, sin prestar interés al hecho de alcanzarlos siempre con las personas del equipo, en vez de "utilizarlas".

Gestión de las emociones
Sólo el 60% de los jefes gestiona creando un clima de exigencia positiva, frente a un 40% que genera presión negativa, estrés y agobio.

Un 44% de los empleados afirma que su jefe no es capaz de reconocer sus errores o limitaciones, y casi un tercio manifiesta que tampoco sabe aguantar sus prontos y se descontrola más de lo debido; idéntico resultado que el obtenido con la incapacidad para llevar con templanza los momentos de presión o carga de trabajo.

Tan sólo 1 de cada 3 jefes es reconocido como capaz de cambiar fácilmente de opinión cuando se le argumentan otras alternativas, y sólo la mitad (55%) suele sumar ideas en vez de imponer siempre la suya. Además, apenas la mitad de los jefes (55%) toleran bien que los demás se equivoquen.

Todo esto trastoca el clima laboral y merma la productividad y el afán por la calidad. Además supone un freno al talento y al potencial del grupo.

Trato y Orientación
Un 44% de los empleados reconoce que su jefe suele citarles súbitamente en vez de mostrarse más considerado con el tiempo y las tareas que está realizando el trabajador y buscar el momento más adecuado para hablar las cosas.

Sólo la mitad de los colaboradores afirma que su jefe dedica tiempo suficiente a su gente (49,7%), una muestra de que la gestión de las personas del equipo se sigue relegando en las prioridades del mando.

Sólo un 42% de los empleados afirma que su jefe sabe cuidar su vida personal y no trabajar demasiado. Los trabajadores ven que sus superiores se atarean mucho, incluso demasiado, cosa que ni aprueban, ni admiran, pues dejan claro que no valoran positivamente el rendimiento de ese exceso de trabajo, ya que a pesar de eso no ven que atienda como debe las cuestiones prioritarias.

Como muestra anecdótica de una cierta desorganización, sólo un 55% de los colaboradores afirma que en su departamento, cuando el jefe no está, se sabe cuando regresará y por tanto cuando se podrá contar con su presencia.
El desastre de las reuniones
La gestión de reuniones parece el espejo en el que afloran las virtudes y defectos de los jefes. Es un momento de alta exposición al público, ya que todo queda a la vista del grupo.

Sólo un 44,4% de los jefes es reconocido como cumplidor de los horarios establecidos. Más de 1 de cada 4 trabajadores manifiesta que suele acudir a las reuniones a las que se le convoca sin saber ni para qué es porque el jefe no lo comunica.

Ni siquiera la mitad de los jefes (48%) tiene planificadas reuniones periódicas del equipo en las que se comparta información y se hagan puestas en común útiles.

Dirección y seguimiento
La mitad de los jefes, cuando delegan algo importante, se limitan a dar el objetivo y aplicar el búscate la vida en vez de dedicar tiempo para que queden claras las acciones y posibles incidencias.

Sin embargo, el 78% de los trabajadores reconoce que sus mandos dejan muy claros los objetivos, tanto los individuales como los de la empresa, aunque sólo un 67% percibe que su jefe cree en los objetivos que transmite. Sólo 2 de cada 3 jefes deja claras las prioridades cuando se acumulan tareas y objetivos; el mismo porcentaje que proporciona la información suficiente para que los colaboradores puedan hacer su trabajo eficazmente.

Optimismo y valores
Sólo el 68% ha sido reconocido como persona que tiende a ver el lado positivo de las cosas y de las personas.

Uno de cada tres trabajadores no ha podido afirmar que su jefe sea un buen comunicador o que les traslade valores y normas de la compañía.

Si añadimos a esto que sólo el 64% de los trabajadores es capaz de afirmar que sus jefes cumplen rigurosamente los compromisos y promesas dadas, resulta difícil trasladar credibilidad y valores.

Tino Fernández y Montse Mateos. Madrid.

Expansión y Empleo

Un informe de Trabajo propone acabar con las ayudas para contratar

Un informe de Trabajo propone acabar con las ayudas para contratar

"Los contratos incentivados no han contribuido a la creación de empleo", dice el estudio, que defiende tomar medidas más eficaces con ese dinero.

Se está destruyendo empleo a marchas forzadas. Desde que ha arrancado la crisis, han caído más de 1,5 millones de puestos de trabajo en España. En este contexto, se puede llegar a pensar que subvencionar la contratación a través de bonificaciones ayuda a crear empleo o al menos a frenar la sangría. Pero un informe encargado por el Ministerio de Trabajo lo pone en duda. "Los contratos incentivados no han logrado contribuir a la creación de empleo o a la reducción del paro", reza el documento en sus últimas líneas. Aunque inmediatamente matiza: "Este resultado no debe sorprender demasiado, dado que el objetivo de las políticas de bonificación no era tanto la creación de empleo como la reducción de la temporalidad".

Pero el estudio va más allá. "Quizá haya llegado el momento de dejar de subvencionar las contrataciones siempre que los fondos que se liberen puedan dedicarse a otras medidas que puedan tener un mayor impacto directo en el nivel de empleo o en la propia protección social de los trabajadores que se encuentran en situación de necesidad como consecuencia del desempleo", concluye el informe, de ocho capítulos, 290 páginas y fechado en diciembre de 2008.

En el ministerio apuntan que el informe, anticipado ayer por la cadena SER, no ha sido elaborado por técnicos del ministerio, sino por el profesor de la Universidad de Alcalá Luis Toharia -prestigioso conocedor del mercado laboral español y colaborador del ministerio- y otros seis profesores universitarios. Por lo que sus opiniones no tienen por qué coincidir con las oficiales.

No obstante, las conclusiones del informe coinciden básicamente con las que en más de una ocasión responsables del ministerio han formulado fuera de los micrófonos, y con la "reflexión" en voz alta que hizo el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, hace un par de semanas en el Congreso.

"Tenemos demasiadas bonificaciones en este país y no siempre generan empleo por sí mismas. Es un reto para el Gobierno conseguir el objetivo de crear empleo", afirmó el ministro ante los diputados. También los sindicatos han expresado en más de una ocasión que las bonificaciones a la contratación no sirven para crear empleo.

Para algunos, la frase sonó a advertencia de Corbacho a la patronal -los empresarios son los máximos beneficiarios de las bonificaciones a la contratación- ante el distanciamiento del Gobierno y la CEOE a cuenta del fracaso del diálogo social. Para otros, una simple reflexión sobre un tema que costará en 2009 unos 2.500 millones de euros a las arcas públicas.

Éste es un asunto nada baladí en este año en que el gasto de la protección por desempleo -prestaciones y subsidios- se situará en torno a los 34.000 millones y en el que el déficit público acabará rondando el 10% del PIB. Hay que tener en cuenta que las arcas de la Seguridad Social no se resienten con las bonificaciones puesto que lo que no perciben del empresario lo aporta el Estado.

En la elaboración del estudio participaron también, a través de entrevistas, responsables ministeriales, empresarios y sindicatos. Los primeros afirman, pese a las opiniones públicas expresadas, que no se puede acabar con las bonificaciones sin más. Que antes habría que "converger los costes de los contratos temporales e indefinidos".

Esto lleva a los responsables del estudio a proponer que las cotizaciones por desempleo cambien en función de si el compromiso laboral es temporal o indefinido, siendo mayores en el primer caso y menores en el segundo.

Mientras CC OO, por parte sindical, muestra su conformidad con las conclusiones, los representantes empresariales afirman que "las bonificaciones no deben desaparecer, ya que se perdería la ventaja de contratar determinados grupos de trabajadores mediante contratos indefinidos".

Este tipo de subvenciones a la contratación indefinida nacieron con el objetivo de impulsar el trabajo entre colectivos desfavorecidos. Pero su extensión en los últimos años ha sido tal que sólo los contratos a hombres entre 30 y 45 años quedan fuera de las subvenciones.

Por otro lado, el ministro Corbacho se refirió ayer a la escasa probabilidad de que el paro llegue al 20% de la población activa. En declaraciones a Onda Cero, dijo que si la población activa registra un crecimiento vegetativo "no se llegará a ese porcentaje" y que si se desbordara la tasa de paro se vería impactada directamente.

MANUEL V. GÓMEZ
El Pais

Las denuncias de gais por acoso laboral suben pero persiste el miedo

Las denuncias de gais por acoso laboral suben pero persiste el miedo

El temor a perder el empleo en plena crisis hace que la mayoría de las víctimas decidan aguantar.

Pasar ocho horas un día tras otro en un lugar que alguien está empeñado en convertir en un infierno es un mal trago por el que pasan decenas de catalanes por el simple hecho de ser homosexuales o transexuales. En muchos casos, el acoso desemboca en un despido. Según las estadísticas del Observatori contra l’Homofòbia del Front d’Alliberament Gai de Catalunya, el 16% de las agresiones denunciadas por homosexuales y transexuales tienen como escenario los centros de trabajo; una tasa en aumento que ha crecido el 5% en dos años. Pero el miedo a perder el empleo, sobre todo en tiempos de crisis, lleva a oenegés y fiscalía a sospechar de la existencia de una «gran cifra negra» de personas que sufren esas situaciones y que no denuncian.

Miguel Ángel Aguilar, fiscal especial de Catalunya para delitos de odio y discriminación, explica por qué la tasa de denuncias de acoso homófobo en el trabajo es baja. «Primero, es difícil conseguir pruebas. Además, la gente tiene miedo a perder el trabajo. Y en el actual contexto de crisis ese temor se multiplica», dice el único fiscal de España especializado en delitos de discriminación.

CONDENADOS A LA MARGINALIDAD / Aguilar alerta de la discriminación laboral que sufren los transexuales, a los que en muchos casos directamente no se da trabajo o bien se les despide en el momento en que cambian de sexo. «A muchos de ellos les es imposible encontrar empleo y se ven abocados a la marginalidad y a la prostitución para sobrevivir», comenta con preocupación.

A falta de estadísticas oficiales (España es uno de los cinco países de la UE que no contabilizan los delitos por discriminación), los únicos datos disponibles son las denuncias que llegan al Observatori contra l’ Homofòbia. En el curso 2008-2009, de las 327 agresiones denunciadas ante el Observatori, 52 (el 16%) fueron en el entorno laboral. El curso anterior, fueron denunciadas 48 (el 15%) y en el 2006, 34 (el 11%). Algunos de los denunciantes han acudido ya a los tribunales a defender sus derechos. Hasta ahora, en Catalunya por la vía civil se han juzgado cuatro casos de discriminación laboral por homofobia, de los que se han ganado tres y uno está en apelación.

La Justicia ha dictado sentencia en el caso de una transexual a la que despidieron de un geriátrico por su identidad sexual; en el de un directivo de una multinacional holandesa al que echaron tras cambiarse el sexo; en el de una lesbiana que fue puesta en la calle por la cadena de supermercados en la que trabajaba cuando sus superiores supieron su orientación sexual y en el de dos gais que perdieron su puesto en una clínica tras hacerles la prueba del sida. Además, el juzgado número 33 de Barcelona acaba de admitir a trámite una querella criminal de dos trabajadores homosexuales contra su jefe.

SIN TESTIGOS / Según Eugeni Rodríguez, coordinador del Observatori contra l’Homofòbia, «las víctimas de acoso laboral homófobo suelen ser personas que en un momento dado comentan en su entorno laboral que son homosexuales». «Es a partir de ese momento cuando su situación en la empresa cambia. Pasan a ser tratados de otra manera y empiezan el acoso», cuenta.

El acosador suele ser el jefe o, en el caso de los directivos, la dirección de la empresa. «En ocasiones es porque el superior es una persona que odia a los gais. Otras veces todo responde a que la dirección teme perder clientela por tener un empleado homosexual. Por eso, se les veta para los puestos de cara al público», dice Rodríguez, que destaca otro denominador común: «Lo más habitual es que ningún compañero quiera testificar a favor del demandante».

ANTONIO BAQUERO
El Periodico

Los riesgos de convertirse en jefe

Los riesgos de convertirse en jefe

La salud mental de los trabajadores empeora un 10% tras ser ascendidos, según un estudio.

Conseguir un ascenso en el trabajo puede ser una excelente noticia para el bolsillo, pero no tanto para la mente. Un reciente estudio de la Universidad de Warwick (Reino Unido) demuestra que la calidad de la salud mental de los trabajadores empeora de media un 10% cuando son promocionados en su empresa.

Los autores del estudio, Chris Boyce y Andrew Oswald, partían justamente de la hipótesis contraria: la idea inicial era que los trabajadores con un estatus laboral más elevado parecen tener mejor salud que sus compañeros porque gozan de una mayor sensación de control sobre su vida. Tras analizar los datos de 1.000 británicos que fueron ascendidos en su trabajo entre los años 1991 y 2005 los investigadores no sólo no hallaron pruebas de que estuviesen más sanos tras esa promoción, sino que, por el contrario, descubrieron que su salud mental había empeorado en un 10% de media. Curiosamente, también detectaron que las personas ascendidas habían reducido en un 20% sus visitas al médico en comparación con el periodo en que ocupaban un cargo de menos responsabilidad, debido a la falta de tiempo.

"Conseguir un ascenso en el trabajo no es tan estupendo como mucha gente cree - señala Chris Boyce, investigador de la Universidad de Warwick y coautor del estudio-.Nuestro trabajo demuestra que la salud mental empeora tras un ascenso, y lo hace de una forma que va más allá de un mero efecto a corto plazo".

El ascenso laboral es uno de los factores que los psicólogos incluyen en la lista de los denominados life events,es decir, acontecimientos vitales de carácter personal o profesional que pueden resultar traumáticos para sus protagonistas. Los problemas pueden comenzar en el mismo momento en que la empresa comunica al empleado que desean ascenderlo. "Esa noticia puede suponer al trabajador una situación de shock y estrés porque hay gente que tiene una baja confianza laboral y teme no cumplir las expectativas en la empresa porque no se siente preparada para asumir el cargo", explica Roger Puigdecanet, psicólogo clínico de la Unitat d´Atenció Psicològica (UAP). Ante esa situación, los afectados "desarrollan un miedo que puede desencadenar en una fobia, pero muchos no se atreven a rechazar el ascenso porque temen que si lo hacen la empresa les haga mobbing".

Lógicamente, no todas las personas se toman un ascenso como un castigo. Asumirlo de forma positiva o negativa depende, según Puigdecanet, de una serie de factores que incluyen el nivel de autoestima del afectado, su tolerancia a los cambios, el grado de apoyo con el que cuente en la empresa - si le han concedido el ascenso por unanimidad o con el rechazo de algún jefe-y, sobre todo, su nivel de autoexigencia. "Si el ascenso te llega en un momento de tu vida en que el progreso laboral es tu máximo objetivo, podrá ser un éxito, pero a algunas personas se lo ofrecen cuando tienen otras prioridades como casarse o tener hijos", explica el psicólogo.

EL PERFIL DEL PACIENTE

En la UAP ya han atendido diversos casos de trabajadores que no soportan el peso psicológico de su nueva responsabilidad. "El perfil de paciente que nos encontramos con más frecuencia es el de hombres jóvenes, de entre 31 y 40 años, que tienen un gran nivel formativo y cuya vida está casi totalmente dedicada al trabajo, no sólo porque la empresa se lo pide, sino por la autoexigencia que ellos mismos se marcan", explica Puigdecanet.

Como detecta el estudio de la Universidad de Warwick, a pesar de ser conscientes del empeoramiento de su salud, estos trabajadores acuden menos al médico tras ser ascendidos. Los trastornos psicológicos desencadenan problemas físicos como colon irritable, sudores, lumbago o dolor de cervicales. "Durante un tiempo no le dan importancia y piensan que lo aguantarán; mientras, van tirando de vitaminas o automedicación - lamenta Puigdecanet-.Cuando el deterioro de su salud empieza a hacerse más notable comienzan a acudir a fisioterapeutas u osteópatas, y al final acaban yendo al psicólogo ya como último paso".

Nuria Peláez
La Vanguardia

Diez razones para implantar la jornada continua todo el año

Diez razones para implantar la jornada continua todo el año

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arohe) ha publicado una carta abierta
a los empresarios instándoles a adoptar la reducción de jornada de sus trabajadores y les invita a medir la
productividad de sus empresas durante los meses en que se mantiene el horario continuado para constatar si ha sido menor, igual o mayor que la registrada durante el resto del año.

Arohe recuerda que implantar la jornada continua tal como hacen muchas empresas en verano aumenta la motivación,
reduce el estrés, estimula la optimización y enseña a los empleados a planificarse, pero lo más importante es que eleva
la productividad, argumenta este organismo. "Ante la situación de crisis económica, y con la excusa de la necesidad de
no bajar el nivel de productividad, algunos empresarios pueden sentir la tentación de eliminar la reducción de jornada que cada vez más empresas españolas adoptan en los meses de verano", apunta Ignacio Buqueras, presidente de la  institución.

"Cometerían un grave error si dieran ese paso atrás y desde la Comisión Nacional les pedimos que no lo hagan, que
mantengan la reducción de jornada y que, además, midan la productividad de sus empleados durante este periodo.
Estamos seguros de que se llevarán una grata sorpresa, ya que comprobarán que la productividad no sólo no desciende
con esta clase de medidas, sino que se ve incrementada", recuerda.

Según la institución, de la que forman parte 116 instituciones y entidades; ministerios, comunidades autónomas, empresarios, sindicatos y universidades, "testar la productividad de las empresas mientras realizan una jornada reducida
serviría para darse cuenta de las ventajas de una política de horarios racionales y de conciliación. ?Podría servirles para
adoptar estas mismas medidas no sólo durante el periodo estival sino también durante el resto del año?, señala Buqueras.

Además de por la imperante necesidad de conciliar, Arhoe subraya otros motivos que hacen necesario normalizar los
horarios continuados, como la disminución de la siniestralidad o la mejora del rendimiento escolar y de salud pública. "En definitiva, se le da mayor valor al tiempo", concluye Buqueras. "Todo esto pasa, ineludiblemente, por racionalizar nuestros horarios, para hacerlos convergentes con los países de economías más avanzadas?.

Para apoyar su tesis, este organismo ofrece a los empresarios diez argumentos a favor de la jornada continua:

1. Aumenta la motivación. La jornada continua tiene una incidencia directa en la motivación de sus empleados. Están
más satisfechos, más felices y con mejor disposición para el trabajo gracias a que tienen tiempo para dedicarlo a su vida
personal y a su familia.

2. Fortalece la identificación con el proyecto y con la empresa. Los empleados satisfechos se identificarán con mayor
facilidad con una empresa que tiene en cuenta sus necesidades y sus circunstancias personales, que les deja tiempo para
atender esas cuestiones.

3. Reduce el estrés. El estrés acumulado repercute negativamente en el rendimiento de los trabajadores, además esto se
une a la angustia que les produce el hecho de que las largas jornadas de trabajo les impide dedicar tiempo a la atención
de la familia, la preparación de las vacaciones, las compras y las obligaciones cotidianas.

4. Estimula la optimización del tiempo. Al disponer de un menor número de horas para realizar las mismas tareas que
antes distribuía a lo largo de una jornada completa, los empleados aprenden a optimizar sus horas de trabajo, a ser más
eficaces y resolutivos en la realización de sus labores profesionales diarias.

5. Enseña a planificarse. Sin una buena planificación, la optimización del tiempo es una tarea imposible. Los empleados se verán obligados a aprender a planificar sus jornadas de trabajo con suficiente antelación, por medio de reuniones de trabajo operativas que les permitan distribuir sus tiempos a lo largo de la semana.

6. Permite el aprendizaje y el trabajo en equipo. El verano es también el periodo vacacional para muchos trabajadores, algo que obliga a los que todavía no se han ido a implicarse más en las tareas y responsabilidades de los compañeros ausentes y a colaborar con otros departamentos y conocer así otros aspectos de la empresa hasta que vuelven los primeros para relevar a los segundos. Todo ello redunda en beneficio de la empresa y es algo que sería muy difícil llevar a cabo en un ambiente de insatisfacción laboral.

7. Mejora el descanso. La jornada reducida permite que el trabajador sufra un menor nivel de desgaste físico y psíquico. Llega a casa más fresco, a una hora que le permite disponer de tiempo suficiente para su ocio y su familia sin tener que trasnochar, y se acuesta antes, con menos preocupaciones y con menor sensación de agotamiento. Todo ello hace que llegue menos cansado al trabajo y en mejores condiciones para trabajar.

8. Facilita la desconexión. Salir a una hora razonable de trabajar permite a la persona desconectar por unas horas de las
preocupaciones laborales. Algo que sería muy difícil hacer si la jornada que comienza se vive como una continuación de
la anterior porque se ha salido muy tarde y apenas le ha dado tiempo para cenar con la familia y acostarse. Un tiempo de
ocio de calidad es esencial para liberar la mente y dejarla limpia y lista para una nueva jornada de trabajo productiva.

9. Explora nuevas facetas. Facetas de la personalidad del trabajador que más tarde pueden tener una incidencia directa
en su trabajo. Desde cursos de formación que ahora tiene tiempo para realizar, hasta aspectos de desarrollo personal de
cada uno de los trabajadores que, aprovechando que tienen más tiempo y están más relajados, pueden activarse o desarrollarse.

10. Incrementa la productividad. Por último, todas estas razones confluyen en una única y principal razón de peso. La
productividad de los trabajadores se ve incrementada de manera significativa, algo de lo que se benefician tanto él como
su empresa, y que viene a probar la rentabilidad de la implantación de medidas de la conciliación y horarios racionales.

Expansion

La responsabilidad de la empresa en la encíclica Caritas in Veritate

La responsabilidad de la empresa en la encíclica Caritas in Veritate

La Encíclica del Papa Benedicto XVI, emitida el 29 de junio de 2009, contiene muchas referencias al tema de la responsabilidad empresarial (www.vatican.va/phome_sp.htm).

Reproducimos a continuación algunas de ellas con un brevísimo comentario para ponerlas en el contexto de las discusiones sobre el papel de la empresa en la sociedad y enfatizando algunas frases claves. No hace falta agregar mas, hablan por sí solas. Animamos al lector a leerlas de forma desapasionada, sin prejuicios y hacer sus propias reflexiones.

Sobre la responsabilidad del individuo en la gestión de la responsabilidad de las instituciones.

No se debe olvidar que el mercado no existe en su estado puro, se adapta a las configuraciones culturales que lo concretan y condicionan. En efecto, la economía y las finanzas, al ser instrumentos, pueden ser mal utilizados cuando quien los gestiona tiene sólo referencias egoístas. De esta forma, se puede llegar a transformar medios de por sí buenos en perniciosos……... Por eso, no se deben hacer reproches al medio o instrumento sino al hombre, a su conciencia moral y a su responsabilidad personal y social.

Sobre la visión cortoplacista de muchas empresas y sobre la responsabilidad de la empresa hacia los stakeholders.

Uno de los mayores riesgos es sin duda que la empresa responda casi exclusivamente a las expectativas de los inversores en detrimento de su dimensión social. Debido a su continuo crecimiento y a la necesidad de mayores capitales, cada vez son menos las empresas que dependen de un único empresario estable que se sienta responsable a largo plazo, y no sólo por poco tiempo, de la vida y los resultados de su empresa …………. El mercado internacional de los capitales, en efecto, ofrece hoy una gran libertad de acción. Sin embargo, también es verdad que se está extendiendo la conciencia de la necesidad de una «responsabilidad social» más amplia de la empresa. ……………..se va difundiendo cada vez más la convicción según la cual la gestión de la empresa no puede tener en cuenta únicamente el interés de sus propietarios, sino también el de todos los otros sujetos que contribuyen a la vida de la empresa: trabajadores, clientes, proveedores de los diversos elementos de producción, la comunidad de referencia…………

Se ha de evitar que el empleo de recursos financieros esté motivado por la especulación y ceda a la tentación de buscar únicamente un beneficio inmediato, en vez de la sostenibilidad de la empresa a largo plazo, su propio servicio a la economía real.............


Sobre la importancia de la responsabilidad en la cadena de valor, en el offshoring

………no es lícito deslocalizar únicamente para aprovechar particulares condiciones favorables, o peor aún, para explotar sin aportar a la sociedad local una verdadera contribución para el nacimiento de un sólido sistema productivo y social, factor imprescindible para un desarrollo estable.

Sobre el parecer responsable y no serlo.

Hoy se habla mucho de ética en el campo económico, bancario y empresarial. Surgen centros de estudio y programas formativos de business ethics; se difunde en el mundo desarrollado el sistema de certificaciones éticas, siguiendo la línea del movimiento de ideas nacido en torno a la responsabilidad social de la empresa. Los bancos proponen cuentas y fondos de inversión llamados «éticos». Se desarrolla una «finanza ética», sobre todo mediante el microcrédito y, más en general, la microfinanciación. Dichos procesos son apreciados y merecen un amplio apoyo. Sus efectos positivos llegan incluso a las áreas menos desarrolladas de la tierra. Conviene, sin embargo, elaborar un criterio de discernimiento válido, pues se nota un cierto abuso del adjetivo «ético» que, usado de manera genérica, puede abarcar también contenidos completamente distintos, hasta el punto de hacer pasar por éticas decisiones y opciones contrarias a la justicia y al verdadero bien del hombre.

Sobre la responsabilidad de la instituciones financieras en sus decisiones de préstamo e inversión y la compatibilidad del beneficio con las prácticas responsables.

Es ciertamente útil, y en algunas circunstancias indispensable, promover iniciativas financieras en las que predomine la dimensión humanitaria. Sin embargo, esto no debe hacernos olvidar que todo el sistema financiero ha de tener como meta el sostenimiento de un verdadero desarrollo. Sobre todo, es preciso que el intento de hacer el bien no se contraponga al de la capacidad efectiva de producir bienes. Los agentes financieros han de redescubrir el fundamento ético de su actividad para no abusar de aquellos instrumentos sofisticados con los que se podría traicionar a los ahorradores. Recta intención, transparencia y búsqueda de los buenos resultados son compatibles y nunca se deben separar.

Sobre la responsabilidad de las instituciones financieras en la educación de los clientes.

………….. Los más débiles deben ser educados para defenderse de la usura, así como los pueblos pobres han de ser educados para beneficiarse realmente del microcrédito, frenando de este modo posibles formas de explotación en estos dos campos.

Sobre la crítica responsabilidad de los consumidores y de sus asociaciones en la responsabilidad empresarial y de que estén informados para poder ejercerla.

La interrelación mundial ha hecho surgir un nuevo poder político, el de los consumidores y sus asociaciones. Es un fenómeno en el que se debe profundizar, pues contiene elementos positivos que hay que fomentar, como también excesos que se han de evitar. Es bueno que las personas se den cuenta de que comprar es siempre un acto moral, y no sólo económico. El consumidor tiene una responsabilidad social específica, que se añade a la responsabilidad social de la empresa. Los consumidores deben ser constantemente educados para el papel que ejercen diariamente y que pueden desempeñar respetando los principios morales, sin que disminuya la racionalidad económica intrínseca en el acto de comprar. …………… Es de desear un papel más incisivo de los consumidores como factor de democracia económica, siempre que ellos mismos no estén manipulados por asociaciones escasamente representativas.

Y para terminar vale la pena recordar un resumen del papel de los beneficios en la vida de la empresa de la Encíclica Centesimus Annus de Juan Pablo II, de hace mas de 18 años, del 1 de mayo de 1991, que también es muy rica en alusiones a la responsabilidad social de la empresa.

Cuando una empresa da beneficios significa que los factores productivos han sido utilizados adecuadamente y que las correspondientes necesidades humanas han sido satisfechas debidamente. Sin embargo, los beneficios no son el único índice de las condiciones de la empresa…………. Los beneficios son un elemento regulador de la vida de la empresa, pero no el único; junto con ellos hay que considerar otros factores humanos y morales que, a largo plazo, son por lo menos igualmente esenciales para la vida de la empresa.

Antonio Vives

La mitad de los profesionales están dispuestos a realizar horas extras a diario

La mitad de los profesionales están dispuestos a realizar horas extras a diario

A pesar de que cuando llega el verano muchas empresas apuestan por jornadas más flexibles esto no quiere decir que el nivel de compromiso de los empleados baje.

Al contrario, los profesionales son responsables con sus tareas y no abandonan su puesto hasta que no han terminado en lo que estaban trabajando.

Cuando llega el verano son muchas las compañías que deciden apostar por jornadas más flexibles para hacer frente no sólo al calor, sino al descenso en la demanda de sus servicios. Sin embargo, también se puede dar el caso en el que se tenga que alargar la jornada laboral más allá de lo estrictamente pactado con la empresa.

Tal y como recoge el informe El mundo del trabajo elaborado por Randstad, los empleados son responsables con su trabajo y no abandonan su puesto hasta que no han terminado sus tareas. Ahora, una reciente encuesta de esta compañía de recursos humanos viene a confirmar de nuevo esta tendencia. De las 720 personas consultadas, el 49% realiza horas extras a diario, un 33% lo hace ocasionalmente y sólo un 18% no alarga nunca su horario más allá de lo estipulado.

España, a la cola en conciliación en Europa
Si se analizan el número de horas a la semana que se trabajan, destaca que en España se trabajan, de media, 41’8 horas a la semana, frente a Noruega o Suecia, que no llegan a 40 horas semanales de media y por debajo de Corea, Australia o incluso Reino Unido, que superan la cifra española.

El tiempo real trabajado y el tiempo acordado contractualmente no tienen por qué coincidir. El tiempo máximo legal de trabajo está regulado por Directiva Europea, adoptando cada país de forma autónoma su máximo a partir del tope establecido por el conjunto de países.

Si se analizan el promedio de horas trabajadas, se observa que la cifra no ha variado demasiado en los últimos años, ya que la reducción de horas por convenio no ha sido una prioridad en la negociación en este periodo.

Otras de las preocupaciones de los Gobiernos es regular la jornada máxima que debe tener un trabajador. A este respecto, cada país también es libre de pactar su propia política y en el caso español esta cifra llega a las nueve horas diarias como máxima.

En este caso, España de nuevo se encuentra en la media con respecto a otros países. Sin embargo, hay que destacar algunos puntos. Por un lado, países como Dinamarca, Irlanda o Reino Unido destacan por su amplitud a la hora de permitir jornadas más largas, mientras que Suecia, Finlandia, Alemania o nuestra vecina Portugal sólo permiten jornadas máximas de ocho horas.

En este sentido, recientemente la Unión Europea ha estado varios meses inmersa en una discusión sobre la ampliación de la jornada máxima para llegar a las 65 horas, pero finalmente se decidió no seguir esta opción. En el caso español, la duración de la jornada máxima semanal es de 48 horas.

En el caso español, destaca que en nuestro país la media de horas anuales por trabajador es de 1.652, en línea con otros países, pero de nuevo muy lejos de regiones europeas como Países Bajos, Noruega y Alemania.

De estos datos se extrae como conclusión general que el trabajador español trabaja muchas horas, pero tal y como se denuncia de forma habitual, los ratios de productividad son bajos en relación a otros países de nuestro entorno.

Expansion

Flexiseguridad, un eufemismo para acabar reformando el despido y el mercado laboral

Flexiseguridad, un eufemismo para acabar reformando el despido y el mercado laboral

“Nos quieren hacer creer que en España el despido es caro y que hay que reformar el mercado laboral para generar empleo, cuando no existe ninguna evidencia de que sea así”.

La primera jornada de la VII Escuela Sindical “Pedro Gómez” de CCOO Euskadi ha reunido en Bilbao a 150 cuadros sindicales y varios expertos en Derecho del Trabajo, que en gran parte, han rechazo el concepto de “flexiseguridad” que desde algunos ámbitos pretende instaurar como sistema para modernizar los mercados laborales y generar empleo. Edurne Terradillos (Decana de la Facultad de Derecho de la UPV-EHU), Joaquín Pérez Rey, (Universidad de Castilla La Mancha) y Juan Pablo Landa (Catedrático de la UPV-EHU) han expuesto su visión sobre el Libro Verde la Flexiseguridad de la Comisión Europea y abordado el debate sobre el despido y la protección social, enmarcado en la actual situación de crisis económica.

Todos ellos han manifestado que teniendo en cuenta la modesta presencia que el tema del despido tiene en el ordenamiento jurídico comunitario, en ese otro que podría denominarse “infraordenamiento jurídico” (todas aquellas Directivas, Comunicaciones, Libros Verdes…) el despido y su reformulación está en el corazón del debate y no precisamente con un propósito positivo para los trabajadores. Pérez Rey ha criticado el propio término “flexiseguridad” por contradictorio y vació de contenido, de manera que existen múltiples y diferentes formas de interpretar su signifcado y aplicación. De hecho, considera que este concepto es un “mecanismo dirigido a reformar los métodos tradicionales del despido, algo muy complicado y sensible socialmente en los Estados, por lo que utilizan la flexiseguridad como bálsamo para sortear esas dificultades”. También ha criticado la visión tan economicista que se tiene del mercado laboral, pretendiendo trasladar el conflicto trabajador-empresario al desempleado-empleado. “Quieren hacernos creer que la culpa del paro la tiene el trabajador protegido, que los que tienen empleo están tan protegidos que no permiten encontrar trabajo al que está fuera del mercado laboral”.

Los ponentes rechazan la idea de que se creará más empleo abaratando el despido. Consideran que hay que afrontar el debate teniendo en cuenta de que no hay evidencias de que una reforma del mismo contribuya a crear empleo y aseguran que se está generando un debate falso sobre el coste del despido. “En España el despido justificado es gratis; el que es caro es el que no tiene causa por lo que hay que profundizar en la causalidad del mismo y no en términos de costes”. De igual modo, creen que se banaliza el despido como un mero acto de gestión como si no tuviera otras consecuencias finales.

CCOO Euskadi

Manifiesto "De verdad contra la crisis"

Manifiesto "De verdad contra la crisis"

Ante la actual situación excepcional, es necesario un programa que recoja estos puntos para salir de la crisis en beneficio de la mayoría. Abriendo el camino a una España más autosuficiente económicamente y con una distribución más justa de la riqueza, que incremente su grado de democracia y de cohesión nacional, y se convierta en un factor de paz y solidaridad entre los pueblos.

España se enfrenta a una de las más graves crisis de su historia. El modelo de crecimiento basado en una hipertrofiada burbuja inmobiliaria nos está abocando a ser el país desarrollado que más sufra las consecuencias de la crisis.

Ya no es posible mantener un patrón de desarrollo que nos ha convertido en el país más endeudado del mundo, haciéndonos cada vez más dependientes de la financiación exterior; limitando nuestra economía a satisfacer la demanda de las principales potencias europeas; y encadenándonos a una energía cara y no renovable como el petróleo.

Modelo que ha impuesto una desmedida dependencia del capital extranjero, conduciendo a la quiebra al país y a un aumento desconocido de las desigualdades sociales que, en plena recesión, alcanza proporciones indignantes. Mientras nos precipitamos aceleradamente hacia los cinco millones de parados y miles de pymes se declaran en quiebra, un pequeño puñado de bancos y grandes monopolios siguen declarando escandalosos beneficios.

Para salir de la crisis, España tiene que buscar su propio modelo de desarrollo alternativo y económicamente competitivo. Apostando decididamente por mercados y sectores cualitativos del futuro, como el de las energías renovables, donde España dispone de potencialidades para jugar un papel destacado e independiente.

Existen recursos para ello si se redistribuye drásticamente la ingente riqueza monopolizada por una ínfima élite financiera, si se procede a un severo programa de ahorro nacional capaz de crear recursos propios, y se destina ese dinero a la inversión productiva y la creación de riqueza y empleo. Sí se puede salir de la crisis y acabar con el paro.

En consecuencia con ello, los abajo firmantes, ante las inminentes elecciones europeas e independientemente del sentido de nuestro voto, queremos manifestar nuestro apoyo tanto al cambio de orientación en el modelo de desarrollo económico como a las necesarias medidas de redistribución, ahorro e inversión que deben acompañarlo:

• REDISTRIBUCIÓN SALARIAL. Nadie por debajo de 1.000 euros de salario mensual, nadie por encima de 10.000 euros mensuales de salario. Una medida que, además de dotar de un salario digno a millones de trabajadores, generaría un ahorro capaz de cubrir 250.000 nuevos puestos de trabajo.

• REDUCCIÓN DE UN 20% EN LOS GASTOS DEL ESTADO. La drástica limitación del despilfarro en gastos superfluos, al mismo tiempo que se incrementan los gastos sociales, permitiría generar un ahorro con el que podrían crearse más de un millón y medio de nuevos empleos

• EL DINERO PÚBLICO DEL RESCATE BANCARIO (240.000 millones de euros) que se dedique, a través del ICO, a financiar la inversión de las pymes y el consumo de las familias, a un interés igual al del Banco Central Europeo.

• UN SISTEMA FISCAL REALMENTE PROGRESIVO SOBRE LAS RENTAS INDIVIDUALES. En el que se potencie el ahorro de las rentas más bajas con un 0% de impuestos y se penalice fiscalmente, hasta con un 90% de gravamen, a las grandes fortunas improductivas.

• UN NUEVO IMPUESTO SOBRE LOS BENEFICIOS EMPRESARIALES, en una escala del 0% al 90%, donde pague más quienes más beneficios obtiene. Pero sometido a una escala de 10 niveles de desgravación, de acuerdo con el grado de reinversión de los beneficios en la economía productiva, creando así riqueza y empleo.

Ante la actual situación excepcional, es necesario un programa que recoja estos puntos para salir de la crisis en beneficio de la mayoría. Abriendo el camino a una España más autosuficiente económicamente y con una distribución más justa de la riqueza, que incremente su grado de democracia y de cohesión nacional, y se convierta en un factor de paz y solidaridad entre los pueblos.

FIRMANTES

Antonio López (pintor), Juan Goytisolo (escritor), Luis Eduardo Aute (músico/pintor), Albert Boadella (dramaturgo), Juan Peña "El Lebrijano" (cantaor), Nicolás Redondo (ex Sec. Gral. UGT), Jorge Herralde (editor), Eudald Carbonell (científico)

PERSONALIDADES PÚBLICAS

Directores de cine, teatro
y televisión

Miguel Hermoso, Fermín Cabal, Armando Aguirre, Carles Alberola, Sebastián Álvaro (creador "Al filo de lo Imposible"), Jorge Eines, José Gregorio Morillas, Rafael Herrero, Alfredo Mayo (fotografía), Andrés Velasco (productor)

Actores

Itziar Miranda ("Amar en Tiempos Revueltos"), Amparo Baró, Juan Diego Botto, Toni Cantó, Manuel Galiana, Kiti Manver, Santiago Ramos, Pepe Viyuela, María Botto, Jesús Noguero

Escritores y periodistas

Pepe Ribas, Juan Madrid, Fernando García de Cortázar, Xesús Alonso Montero, Pedro Altares, Germán Sierra, Carmina De Luna, Bernadette Irey, Ramón Martín Mateo, Jordi Murgadella, Juan Carlos Ordoñez, Antonina Rodrigo, Trinidad Díaz, periodista de Valencia, periodista de Madrid

Músicos

Llorens Barber, Ricardo Bellés (musicólogo), Juan Carlos Sancho

Artistas plásticos

Nazario, Juan Álvarez, Ramón Bilbao, José María Álvarez, Concha Ibáñez, Mateo Santamarta, Amador Álvarez, Jorge García

Teólogos

Enrique de Castro, Benjamín Forcano, Ramón Pérez

Sindicalistas

Alfredo Conte (fundador CCOO Cataluña), Tomás Tueros (fundador CCOO Euskadi), Víctor Díaz (CCOO), Kepa Bis (USO), Joan Fuster (UGT), Manuel Gil (USO), Santiago Nestar (CCOO), Guadalupe Quesada (UGT), Fernando Velasco (UGT), Cte. Empresa Cocentro, Jesús Santos (SGPC), Sindicalista USO

PROFESIONALES

Catedráticos y profesores

Román Gubern (Catedrático UAB), Cesar Oliva (Catedrático UM), Juan Antonio García (Catedrático UNED), Vicente Sánchez (Catedrático UZ), Felicísimo Valbuena (Catedrático UCM), Emilio Adrián (UJI), Juan José Aparicio (UCM), Francisco Balibrea (UM), Antonio Barba (UPC), José María Chamorro (La Laguna), Manuel Domínguez (UCA), José Girón (UO), David López (UPV), Francisco Ruíz (UCLM), Máximo Sandín (UAM), José Martínez Sotoca (UJI)

Abogados y economistas

Javier Castro, Catalina Mónaco, Manuel Puig, Abogado Barcelona

Médicos

Jesús Calvo, José Camilo Cores, Domingo Carreral, Rafael Gallego, Eduardo Martínez Onecha, Emilio Robles, José Alejandro Romero, Miguel Ángel Serrano

Empresarios y autónomos

José Manuel Blasco, Mikel Ángelo Carlino, Olivo Álvarez, Benito Cervantes, Juan Cuñat, Fernando Delgado, Carlos De Torres, Enrique Vall, Guido Fuortes, Carles Gilberga, Vicente Guillem, Ernesto Huart, Constance Martí, Rafael Ordinas, Javier Santos, José Valiño, Cristina Salvador (Escuela de Natación "Burbuja"), Autónoma.

Ingenieros

José Aparicio, Jaime Balart, José Ramón Bofill, Juan Antonio Esteban, Alfonso Oroz, Javier Parrondo, Jaime Plana, Otilio Puerta, Gregorio Rello, Josep Fermí Serrano, Francisco Carlos Sierra, Llorenç Rigo, J. C. Caldentey, Arturo Serrano, Ingeniero de Gerona, Ingeniero de Vitoria

Psicólogos y psicoanalistas

Hugo Rotmitrovsky, Mari Cruz Álvarez, Enrique Atzenweiler, Nora Levinton, Francisco Medina, José Luis Mellado, Pascual Moles, Luis Ratia, Ventura Checa

Profesores

María Luisa Cavanillas, Ana María Corrales, Andrés Cuesta, Antonio De la Puerta, José Jaime Gómez, Valero Guillén, Antonio López, Juan Enrique Navalpotro, Antonio Hayas, María Rodríguez, Manuela Ruíz, David Sánchez, Juan Carlos Torres, Xosé Carlos Vázquez, Concepción Martínez, Francisco Martínez, Rafael Núñez, Gonzalo González, Diego Ruíz, Profesor de Asturias

Sanidad

Salvador Asunción, José Antonio Atienza, Mari Paz García, Encarna García, Pilar García, Rafael García, Francisca Luque, Florián Muñoz, Pilar Pozo, Isabel Santos

Jubilados y pensionistas

José Manuel Basterika, José Bernat, Naty Boira, Gonzalo Cardona, Flora González, Miguel Herrero, María Jesús Martínez, José Llunell, Pedro Sala

Otras profesiones

Javier Garay (capitán marina mercante), Adriana Cabarbio (bióloga), Ignacio Soriano (arqueólogo), Mª Gloria Castellet (podóloga), María del Carmen Mendoza (presidenta AMPA Vilanova), Elías Alborch (navegante), Luis Aguilera (arqueólogo), Rafael Adrián (bombero alcoi), Jerónimo Fernández (técnico electrónica), Teresa Pumarega (traductora), Sergio Larredonda (transportista), Manuel Álvarez (transportista), Aitor Uribe Echevarría (comercial), Verónica Ibáñez (administrativa), Ángel Álvarez (unión fenosa), Eva Ibáñez (directora empresarial), Carmen Tamarit (técnico adopción), Teresa Cordón (traductora), Cristina Masegosa (estilista), Dolores Rico (cartera), Francisco Viñas (dependiente), José Sánchez (fotógrafo), Álvaro Gago (informático), Saturnino Benito (carnicero), Diego García (Feve), Julia Insúa (administrativa), Esperanza Rico (aux. administrativo), Claudette Laffort (ama de casa), Antonio Gómez (pintor), Rosa Gonzalvez (administrativa), María Salomé (oficial de notaría), Hugo Arrieta (aux. biblioteca), María Jesús Plagaro (bibliotecaria), Francesc Ibáñez (comercial), Javier Ortoll (bombero), Vicente Bertín Aparicio (ciudadano), Álvaro Rodríguez (cocinero), Daniel Montoliu (comercial), Fco. Javier Esparcia (conductor), Vanesa Mena (conductora), Joan Ymbern (consultor informático), Margarita Pascual (contable), Oscar Puyo (coor. deportivo), Carmele Barandiarán (correctora), María José Beltrán (decoradora), Merce Fulquet (dependienta), Ángel Garach (administrativo), Roberto Pascual (electricista), Fco. Javier Leciñana (empleado), Juana Rico (funcionaria), Cesar Estévez (funcionario), Juan Raya (funcionario), José Ramón Tébar (trbj. gasolinera), Juan Carlos Roldán (administrativo), Elena Agras (informática), José Ramón Luna (informático), María Belén Delgado (trbj. Social), Luis Barber (labrador), Mario Detraux (carpintero), Javier Sánchez (lcdo. en Historia), Antonio Cuartero (limpieza), Esteban Beltrán (estudiante), Daniel Rodríguez (bibliotecario), Antonio Martínez (mecánico), Beatriz Álvarez (aux. biblioteca), José María Ramírez (construcción naval), Mª Gloria Pinos (bibliotecaria), Jorge bbaa, El Diván de los Sentidos, Ciudadana (consultora laboral), Ciudadano, Trabajador Feve.

Familias y firmas colectivas

Familia Pérez Martínez, Familia Sánchez Durán, Familia Villena Paterna, Familia Liébana Carbonell, Familia López De los Ángeles, Familia Dieye-Martínez, Familia Sáez Garcés de los Fayos, Casa del Poble (Alcoi), Ateneo Zaragoza XXI.

Las empresas españolas se olvidan de la sostenibilidad con la crisis

Las empresas españolas se olvidan de la sostenibilidad con la crisis

Las corporaciones madrileñas son las más concienciadas. Las valencianas, las que menos.

La mayoría de las empresas españolas mantiene una actitud reactiva frente a la gestión de la sostenibilidad, aunque para tres de cada cuatro corporaciones (el 74%) el cambio climático es una oportunidad empresarial basada en la innovación y el desarrollo de nuevos productos y servicios.

Se trata de la principal conclusión del Informe Entorno 2009 (elaborado por la Fundación del mismo nombre con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente y el patrocinio de las compañías Dow Chemical, Gas Natural, Grupo Eroski, y Repsol, y que está basado en una encuesta a 800 empresas españolas y el análisis de 148 variables, incluyendo datos y comparativas por autonomías, sectores de actividad y tamaño de empresa). “Pone de manifiesto que el negocio de la gran mayoría de las empresas españolas se desarrolla al margen de cualquier consideración relacionada con el desarrollo sostenible”, señala Cristina García-Orcoyen, directora gerente de la Fundación. “De cada 100.000 empresas españolas, sólo 5.000 pueden calificarse de comprometidas y activas”, añade.

Igualmente ha disminuido un 12% el número de empresas que realiza inversiones en sostenibilidad y un 8% en el caso del gasto. Las áreas principales de inversión son la prevención de riesgos laborales, la eficiencia energética y la energía renovable.

Así las cosas, según se desprende del estudio, se acentúa la brecha entre comunidades autónomas, con Madrid en el primer puesto, y Cataluña y País Vasco como ámbitos de responsabilidad empresarial, mientras que Asturias y la Comunidad Valenciana registran los descensos más acusados en inversión verde.

En adición, el documento señala que el punto débil de las empresas españolas se encuentra en que, en materia ambiental, prima el enfoque correctivo sobre el preventivo. Por sectores, el químico, así como el del refino, plásticos y energía lideran en este momento el compromiso con la sostenibilidad en España, frente a los de fabricación de materiales de automoción, metalúrgicos y agrarios, en el bando opuesto.

La Gaceta

Ante la crisis económica

Ante la crisis económica

Sólo una reforma profunda en el modelo de crecimiento permitirá a la gente joven salir de la inferioridad laboral en que se encuentra en la actualidad.

LAS DEFICITARIAS condiciones de trabajo de la población joven en una España en recesión económica son fruto de un modelo productivo agotado, incapaz de generar empleo estable y de calidad, que garantice tanto su incorporación al mercado laboral, como la posibilidad de desarrollar un proyecto de emancipación. Las elevadas tasas de desempleo (1) y la marcada temporalidad en la contratación dificultan no sólo el acceso a la vivienda, sino la primordial necesidad de protección social (2). La gente joven resulta la más damnifica por la crisis, agravándose si se trata de chicas y/o inmigrantes. Sin embargo, el Gobierno ha anunciado una serie de medidas para: “El mantenimiento, la generación de empleo y la protección de las personas desempleadas” que no sólo tienen un carácter cortoplacista, sino que no ayudan a conseguir los tres objetivos que se plantean en su propia definición de cara a la gente joven. Es más, algunas de ellas claramente les perjudican, como son las bonificaciones de las cuotas de la seguridad social para las empresas que contraten a personas que cobran el desempleo o bonificando en mayor porcentaje las contrataciones a tiempo parcial. En el primer caso, los y las jóvenes juegan en desventaja para ser contratados, puesto que tienen dificultades de cotización para cobrar el paro; en el segundo aspecto, el incentivo a los contratos a tiempo parcial -cuya utilización masiva en jóvenes y mujeres ha constituido un elemento determinante de desigualdad frente al empleo- no hará sino agudizar aún más su tendencia a la precariedad.

Comisiones Obreras plantea, sin embargo, una serie de medidas de contenido estructural y mayor recorrido, que posibiliten el cambio hacia otro modelo productivo y permita crear un tejido productivo más estable y de mayor calidad.

El cambio de modelo productivo debe girar hacia nuevos sectores -como aquellos ligados al medio ambiente, las energías alternativas o proyectos de I+D+i- que facilitarían una mejor adaptación al mercado de trabajo de una gran masa de recién titulados superiores y universitarios que han venido siendo contratados por debajo de su cualificación profesional. Además se deben acometer nuevos programas de inversión pública, tanto en lo que se refiere a la dotación de infraestructuras físicas como tecnológicas. El desarrollo de políticas sociales que garanticen el Estado de bienestar, por ejemplo implementando los servicios que garanticen la aplicación de la ley de atención a la dependencia, constituye otra fuente de generación de empleo estable.

Ampliar y mejorar la protección por desempleo debe ser una prioridad, deben estudiarse fórmulas adecuadas que permitan superar los requisitos de edad o cargas familiares para obtener subsidios (renta activa de inserción) o reactivar el uso de los contratos formativos (en prácticas, de relevo…), entre los que se encuentra el contrato para la formación (que debería cotizar por desempleo). Paralelamente es necesario reorientar la actuación de los Servicios Públicos de Empleo para que éstos permitan itinerarios personalizados de inserción laboral y sean un instrumento más efectivo para la búsqueda de trabajo de la población joven.

Finalmente, se hace necesaria una reforma del sistema educativo y de la formación que permita vincular mejor la educación con el mercado laboral. Hay que abordar problemas estructurales como son el fracaso y el abandono escolar (que alcanzan el 30%) y prestigiar la formación profesional, que se ha revelado como la gran generadora de empleo, con una amplia oferta en diferentes niveles de conocimiento, capaz de adaptarse a las necesidades del mercado. Sólo una reforma profunda en el modelo de crecimiento permitirá a la gente joven salir de su inferioridad laboral, casi endogámica.

Cristina Bermejo es secretaria de Juventud de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras.

(1) En los últimos doce meses el paro juvenil ha subido un 63%, situándose en una tasa superior al 23%.
(2) El 65% de la juventud trabajadora tiene contratos inferiores a 6 meses de duración y, por tanto, cortos períodos de cotización a la Seguridad Social, lo que les imposibilita acceder a las prestaciones por desempleo.

CCOO

El mito del absentismo

El mito del absentismo

Resulta extremadamente temerario utilizar el argumento de un nivel de absentismo elevado para señalar supuestas debilidades de una economía en particular.

Cíclicamente, la patronal, y especialmente la del sector del automóvil, vuelve a utilizar el argumento del elevado nivel de absentismo laboral como un arma arrojadiza con la que trata de culpabilizar al trabajador de buena parte de los males que padece nuestra economía. Nada más alejado de la realidad. De igual forma que no es cierto que los costes laborales de nuestro país sean más caros que los de alemanes o franceses, tampoco es cierto que el nivel de absentismo de nuestros trabajadores sea más alto que el de franceses, alemanes o polacos. De hecho, si pretendemos ser rigurosos, podemos remitirnos al estudio de la UE elaborado por varios profesores de las universidades de John Hopkins, Texas y UPC, con motivo de su ampliación a 27 miembros y en el que se destaca como principal conclusión que las ausencias por accidente laboral o por enfermedad son más frecuentes, en general, en los países nórdicos que en los del sur de Europa. Igual conclusión se desprende de los datos recogidos en un estudio de la OCDE de 2007 y que corresponden a una década completa de análisis (1995-2005).

La patronal sabe perfectamente que los parámetros utilizados para definir el absentismo no son los mismos entre nuestro país y el resto de la UE. En España se entiende por absentismo todo tipo de ausencias al trabajo, justificadas o no, por enfermedad o no, y se añaden todas las ausencias a excepción de las vacaciones, incluidas las ausencias justificadas y retribuidas como la representación sindical o el permiso para acudir al entierro de un familiar directo.

En la mayoría de los países de nuestro entorno esto no es así. En Alemania, por ejemplo, sólo se entiende por absentismo las ausencias no previstas dentro de la ley laboral o de la Seguridad Social. Se diferencia claramente entre no asistencia y absentismo. Francia, Reino Unido y Bélgica y la misma Alemania centran su atención en las condiciones de salud laboral del puesto de trabajo. Por absentismo entienden la ausencia por enfermedad, quedando la ausencia dolosa en el ámbito del régimen disciplinario de las empresas y no considerándose como parte integrante de la medición pública. Por el contrario sólo Italia y, sobre todo, España incluyen en el absentismo conceptos previsibles y cuyo seguimiento no aporta nada al análisis del fenómeno, como el cumplimiento de las obligaciones militares en el caso italiano o las tareas de representación en el caso español.

Resulta extremadamente temerario utilizar el argumento de un nivel de absentismo elevado para señalar supuestas debilidades de una economía en particular porque las variables y singularidades utilizadas para medir este concepto entre los distintos países son muy heterogéneas. Si tomamos a los fabricantes de automóviles, por ejemplo, observamos que existen diferencias a la hora de medir las distintas variables que definen el absentismo no sólo entre marcas diferentes sino incluso entre distintos centros del mismo fabricante o en distintos momentos.

Pero es que se mida como se mida, la enfermedad común es la principal causa de absentismo en todos los países. Por eso, si desde España todos debemos esforzarnos por convencer a los potenciales inversores de que nuestro país ha sido, es y quiere seguir siendo una potencia industrial, y si entendemos que la pérdida de capacidad de nuestras empresas no beneficia a nadie, entonces no tiene sentido usar los datos como elemento de confrontación, y en épocas de crisis como la actual, muchísimo menos.

Por ello, proponemos que se deje de utilizar el absentismo en interés de una parte para analizarlo, y atacarlo, de forma reposada, científica y serena. Para ello podría definirse un gran pacto social para reducir el absentismo, siguiendo las pautas marcadas por el Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva que, por cierto, la patronal se ha negado a renovar este año.

Estamos convencidos de que los empresarios también quieren lo mejor para nuestro país y para sus empresas. Para MCA-UGT, desde luego, España tiene futuro industrial, y eso es lo que debemos proyectar hacia fuera, evitando guerras de cifras y mitos que no benefician a nadie. Y primero debemos acotar qué es absentismo y qué es no asistencia laboral. ¿O vamos a seguir permitiendo que se llame absentismo una baja por maternidad?

Carlos Romero González. Secretario de Política Sindical de MCA-UGT
Cinco Dias

Resolución del III Congreso de Comfia ante la crisis

Resolución del III Congreso de Comfia ante la crisis

Los antecedentes: la crisis financiera, la cadena de responsabilidad,  la crisis real y su efecto en el empleo,  la acción sindical necesaria,  las perspectivas de futuro sectoriales y las propuestas sindicales de COMFIA CCOO.

Ante la crisis económica, y ante los efectos que dicha crisis ha trasladado a la economía de los trabajadores y trabajadoras, el III Congreso de la Federación de Servicios Financieros y Administrativos de CCOO quiere hacer pública la siguiente resolución.

ANTECEDENTES: LA CRISIS FINANCIERA

La globalización de la crisis financiera mundial ha transferido al Sistema Financiero Español una serie de incertidumbres, que han acelerado la aparición de una crisis con identidad propia y con especificidades distintas a otros sistemas: . El sistema financiero español ha tenido que recurrir a financiación externa por valor de 785.000 millones de euros para mantener el intenso ritmo crediticio de los últimos años. El conjunto del sistema tiene concedido en forma de créditos una cuantía que equivale a 1,5 veces el volumen de depósitos y alcanza ya el 100% del PIB.

. 285.000 millones de euros de dicha deuda tienen un vencimiento a medio y corto plazo, y la capacidad del sistema para renovarla es muy limitada. El crédito concedido a particulares y empresas tiene una amortización mucho más lenta y la captación de pasivo no crece al ritmo suficiente.

. Las medidas de compra de activos de alta calidad por parte del Estado sirven para atender los vencimientos a corto plazo pero no para que revierta, de manera significativa, a la concesión del crédito interno.

LA CADENA DE RESPONSABILIDAD

El incremento artificial del valor inmobiliario ha provocado que la mayor parte de la inversión realizada en los últimos 14 años se haya dirigido hacia el sector de la construcción e industrias afines, desatendiendo otros sectores productivos, por la ausencia de proyectos, el silencio del Banco de España ante el crecimiento exponencial de la deuda hipotecaria y la irresponsabilidad de las diferentes administraciones, local y autonómica, incapaces de sustraerse a los cantos de sirena de los ingresos fáciles de la promoción inmobiliaria. La ausencia de inversión a medio plazo en medidas de innovación y desarrollo nos condenan a encarar esta crisis sin alternativas claras de producción y lo que es peor, sin el tiempo necesario para implantarlas.

La demora en reconocer la crisis por parte del Gobierno, justificada para algunos por los compromisos electorales, ha escondido durante un tiempo precioso la dimensión real del problema, que sólo se ha hecho patente empujado por el vertiginoso crecimiento del desempleo. Aun y así, con la crisis ya declarada, la estrategia política ha escusado su responsabilidad en terceros, achacando, en algún momento, al sector financiero la caída del consumo como consecuencia de la falta de crédito.

1 El sector financiero por su parte no es ajeno a estas circunstancias. Las cuentas de resultados se han nutrido durante estos años de los rendimientos generados por las operaciones inmobiliarias, ligando a estas sus estrategias de crédito al consumo, en un entorno de intereses a tipos moderados y de crecimiento sostenido del empleo.

Ignorando los ciclos económicos, la sobrevaloración de activos y la dificultad para orientar el ahorro, han permitido una política de reparto de dividendos para los accionistas muy sustanciosa en el corto plazo, pero ineficaz y nada previsora para abordar los problemas de capitalización, que empezarán a aparecer de manera directamente proporcional al aumento de la morosidad.

Las previsiones más benévolas sitúan la morosidad, al final del primer semestre en tasas cercanas al 5% y el nivel de cobertura en el 65% del riesgo contraído. Niveles de morosidad del 7% situarían los beneficios de un año cercanos a 0, mientras que niveles del 9% ya supondrían situaciones de perdidas en las cuentas de resultados del año 2010.

Consecuentemente con esos “excelentes resultados” a corto plazo, las remuneraciones de los consejos de administración de las empresas, y de los altos directivos, han experimentado crecimientos anuales desproporcionados de dos dígitos porcentuales que estaban sometidos, según su criterio, al “valor que el mercado exigía para retener el talento”.

El mercado ha castigado y devaluado el valor de las compañías y el reparto de beneficios deberá ser distinto en los próximos años en función de los requerimientos de solvencia, y algunos gestores han comenzado ya a “congelar” sus retribuciones ante la “alarma social” generada por el volumen de las mismas y por tanto talento. No sólo hemos asistido a una inflación de activos, sino también de “bonus”. Nada vale lo que cuesta, ni los activos, ni los altos ejecutivos.

LA CRISIS REAL: EL EMPLEO

La actividad económica basada fundamentalmente en el consumo, o producción a crédito, ha visto roto su funcionamiento por el estrangulamiento del mercado financiero. La caída del consumo ha provocado un estancamiento de la actividad y esta a su vez un incremento del desempleo, ligado al cierre de PYMEs y a la menor demanda de productos. Esto a su vez, provoca una menor demanda de crédito que vuelve a realimentar el círculo vicioso.

El número de desempleados alcanzaba la cifra de 3.327.000 personas en el mes de enero y se admite que la cifra sigue creciendo a razón de 7.500 personas por día. Nadie esconde ya que se superará los cuatro millones de personas desempleadas antes de final de año.

En el ámbito de nuestra Federación los principales problemas de empleo se sitúan, por el momento, en el sector de Gestión y Mediación Inmobiliaria e 2 Ingenierías asociadas al sector de la construcción, y en los aledaños del sector financiero, las financieras, consumo, y la banca de emigrantes (Dinero Express). (Inspección de obras, seguros decenales, etc.). El bajo nivel de estructuración sindical no nos permite aventurar cifras en estos sectores, pero ya empiezan a aparecer problemas en otros con más implantación sindical El sector de Entidades Financieras es el primero que empieza a confesar sus dificultades y algunas entidades bancarias han empezado a “endurecer” de manera significativa sus políticas disciplinarias y retributivas.

LA ACCIÓN SINDICAL

El análisis autónomo y riguroso de la situación desde la tradicional independencia del sindicato, la anticipación a los problemas como elemento estratégico, y la defensa del empleo como principio rector de la acción sindical han configurado el trabajo de los distintos ámbitos de la Federación, atendiendo a cada momento de la crisis.

La presencia institucional, la generación de opinión en los medios de comunicación y la interlocución sindical en las empresas han sido las herramientas. La combinación de todas ellas ha permitido abordar las distintas situaciones que se han ido sucediendo a lo largo del tiempo.

En el ámbito institucional cabría destacar aquellas intervenciones que han supuesto un mayor impacto en la opinión pública, y en el ámbito político y económico.

  • La solicitud al Banco de España para elevar la cuantía que cubre el Fondo de Garantía de Depósitos.
  • La retirada del Real Decreto que rebaja el arancel de Notarías y Registradores.
  • La Declaración de los representantes laborales de CCOO Y candidaturas sociales de impositores de las Cajas de Ahorros.
  • La Resolución de la Comisión Ejecutiva de Comfia sobre el papel del sector financiero ante la crisis de la economía española
  • La presentación de enmiendas junto a Izquierda Unida para regular el sector de Intermediación Financiera.
  • La solicitud a la CNMV de la prohibición temporal de las operaciones a corto.
  • La defensa de la naturaleza jurídica de las Cajas y nuestra oposición a las modificaciones que la Comunidad Autónoma de Madrid, pretende introducir en Caja Madrid 3 En el ámbito de las empresas, el reconocimiento de las dificultades ha permitido abordar la defensa del empleo desde distintos ámbitos.
  • El acuerdo con alguna fuerza política para la frustrada fusión BBKKutxa  Las garantías de empleo, que en forma de protocolos o acuerdos se han negociado en BBVA, Barclays Bank, Banco Pastor, Banco Popular, Santander Consumer o Dinero Express.
  • El acuerdo de colaboración de las Cajas de Castilla y León.
  • La exigencia de negociar un protocolo de fusión en Unicaja – CCM que garantice el empleo y las condiciones laborales.


Todo esto habría sido mucho más difícil, si la negociación colectiva sectorial de ámbito estatal, no se hubiese cerrado con ese criterio de anticipación.

Buscábamos certidumbres para empresas y plantillas, y no es de recibo el conflicto gratuito que las Cajas de Ahorros están provocando en la revisión del convenio colectivo y que ha encontrado en nuestra movilización la oposición que merece. Confiamos en sus frutos y en la sensatez patronal y esperamos que su pronta solución abra vías de arreglo en el convenio de Contac Center, donde hemos interpuesto conflicto colectivo por los mismos motivos que en Ahorro, y en el de ETTs, de los que esperamos respuesta positiva a mediados de abril.

De igual forma estamos participando en las importantes movilizaciones organizadas, de forma descentralizada, por CCOO y UGT en localidades y Comunidades Autónomas, donde estamos defendiendo el empleo y los derechos de los trabajadores frente a los despidos y los EREs fraudulentos.

El FUTURO PRÓXIMO: PERSPECTIVAS SECTORIALES

El análisis de la situación general nos permite anticipar algunas de las claves que van a marcar nuestra actividad sindical en el futuro más próximo, manteniendo como eje la defensa del empleo.

La reordenación del sector financiero ha comenzado por las Cajas de Ahorro. La intervención de CCM, la incertidumbre sobre su destino final, y el acuerdo de colaboración entre las cajas de Castilla y León, inician un proceso de reorganización obligada del mapa empresarial que se prolongará a lo largo de los próximos meses.

Las políticas de ajustes de costes y la fuerte presión a los trabajadores son la respuesta empresarial en un sector amenazado por la morosidad, y en la banca estos ajustes pueden ser el prólogo de una reordenación mas o menos próxima.

4 La defensa de la naturaleza jurídica de las cajas, las garantías de empleo y condiciones laborales, y el criterio de solvencia como elemento imprescindible en las fusiones, serán las claves de nuestra estrategia sectorial tanto en nuestra intervención en los Órganos de Gobierno, como en nuestra posición favorable en cualquier proceso de integración, colaboración o fusiones, tanto las intraterritoriales como las interterritoriales.

En el sector asegurador, la fuerte dependencia de empresas transnacionales hace difícil anticipar posibles movimientos en el sector, en lo que a fusiones se refiere.

Las empresas de Consultoría llegarán más tarde a la crisis, debido a que funcionan por proyectos, que en muchos casos tienen vencimientos posteriores. Ya se empieza a notar no obstante que la renovación de algunos, se hace por menos cuantía, menos tiempo y con menos personas.

El sector de Telemárketing, ya venía sufriendo un proceso continuado de deslocalización que probablemente se verá intensificado, con la caída del consumo.

Y por fin las Empresas de Trabajo Temporal, han visto decrecer el número de contratos de puesta a disposición y es esperable que este tipo de contratación siga decreciendo, pudiendo ser una amenaza, a corto plazo, para los trabajadores de estructura.

PROPUESTAS SINDICALES

La defensa de las personas ante la crisis tiene dos dimensiones: una que tiene que ver con la defensa de los puestos de trabajo y otra que tiene que ver con mantener y mejorar las garantías sociales para aquellas personas que salen del mercado de trabajo.

Los protocolos de empleo, que hemos negociado en los distintos sectores han demostrado su utilidad también en estos tiempos de crisis. En el caso de las fusiones, el empleo y las condiciones laborales son los elementos centrales de la negociación. Y en el tratamiento del excedente, la búsqueda de la recolocación del mismo y la oferta de condiciones de salida que superan las habituales en los expedientes de regulación.

En cualquier caso, fuera del sector financiero, los expedientes de regulación de empleo ofrecen garantías de salida que son demandadas por los propios trabajadores como un elemento que aporta seguridad jurídica y combate el proceso de despidos individuales, en empresas con reconocidos problemas de actividad. (Teletech, Qualytel Teleservices, Certum, Bureau Veritas, CH2 MHill) Garantizar y extender la protección social a las personas que salen del mercado de trabajo es una estrategia Confederal, que compartimos íntegramente. Y el ataque a esta estrategia, que la Patronal ha desarrollado 5 desde el principio de la crisis, ha encontrado eco en algunas instancias de la administración próximas a nuestra actividad, como es el caso del Gobernador del Banco de España, que apuestan por desregular el mercado de trabajo como una condición aconsejable para reactivar el empleo.

No es ajeno a este movimiento la posición de las patronales ante el Acuerdo Interconfederal que orienta la Negociación Colectiva, pero antes de agredir al eslabón más débil del sistema, se pueden hacer otras muchas cosas para reactivar la economía, que no olvidemos es el elemento crucial para atacar el problema del desempleo.

Activar la concesión de crédito será uno de los elementos decisivos para recuperar el pulso económico y atacar el problema del desempleo. Pero la urgencia de la situación exige buscar formulas distintas, que permitan conciliar esta necesidad con la de mantener la morosidad en limites controlados.

Un cambio del modelo productivo, a través de la financiación de sectores estratégicos y actividades emergentes, va a exigir asumir estos riesgos, no sólo desde el ámbito de las Administraciones Públicas, si no también desde el sector privado y en especial desde el sector financiero.

Nuestra Confederación defiende un Pacto de legislatura que suponga el compromiso de toda la sociedad española para que la salida de la crisis, ni la paguemos siempre los mismos, los trabajadores, es decir, el coste se comparta por todos.

Desde Comfia-CCOO vamos a proponer a la Confederación que incorpore a su discusión la necesidad de dotarnos de instrumentos de intervención que anticipe soluciones de viabilidad de las entidades.

Igualmente ante la probable inyección de dinero público a alguna entidad exigiremos contención en el reparto de beneficios, en la retribución de los altos ejecutivos y la necesidad de, que una vez estabilizada la entidad, devolver a la sociedad su esfuerzo a través de la dinamización del crédito.

Desde Comfia-CCOO defenderemos los protocolos de empleo como el mecanismo idóneo para resolver los problemas que puedan generar la reordenación de las entidades.

Por último para promover el desarrollo necesario de las infraestructuras que mejoren nuestra competitividad, para que el retraso en los pagos a los proveedores no supongan un factor añadido a la crisis ya existente, a través de la Deuda Pública se deberían abrir líneas de crédito que permitiesen adelantar el cobro de las certificaciones.

Es necesario que el sector financiero se prepare. Debe buscar formulas que den salida de mercado a la vivienda construida. Buscando acuerdos con las Administraciones para generar parques de viviendas públicas de alquiler con 6 o sin opción a compra. Se pueden buscar innovaciones que afecten a los plazos de amortización de los préstamos ya concedidos y medidas de moratoria hipotecaria sin incrementar la carga a los particulares y a las empresas.

El sector financiero, puede reformular su función social, poniendo al servicio de las PYMES sus plataformas tecnológicas, facilitando la comercialización de las empresas y extendiendo las posibilidades de mercado.

En definitiva es exigible, y es socialmente responsable, que las empresas vertebren su función social, admitiendo que la rentabilidad de las inversiones está situada a medio plazo y que esto ha de trasladarse a sus cuentas de resultados.

Es probable que el dinero público tenga que acudir en ayuda de algunas entidades del sector financiero. Si se diera esta circunstancia, seria necesario establecer controles sobre la función social de las empresas, sobre sus políticas de reparto del beneficio y sobre los sistemas de retribución de sus directivos, y con el menor coste posible para el erario público.

Defendemos el establecimiento de una hoja de ruta adecuada a las necesidades de recapitalización de cada una de las entidades, que siendo solventes vivan situaciones de dificultad, exigiendo siempre la responsabilidad de aquellos gestores que por su negligencia hayan llevado a la entidad a su actual situación.

Frente al llamado modelo sueco, en España la compra de “activos malos” ha venido realizándose desde el Fondo de Garantía de Depósitos. A esta medida tradicional, de forma complementaria podríamos añadir otras como empréstitos a medio plazo, avales o incluso la inyección directa de capital.

Será necesario establecer un gobierno corporativo basado en criterios de inversión socialmente responsables, en los que participen la administración, los accionistas, los trabajadores y los clientes y que ejerzan su función de control de manera parecida a las comisiones de control que ya existen en el sector de las Cajas de Ahorros.

La gestión profesional de las entidades es exigible con independencia del debate sobre si la titularidad de las entidades debe ser pública o privada, en función del mayor o menor apoyo recibido de la administración. Hay un debate importante que está en el terreno de la responsabilidad social de las empresas y habrá que librarlo con la vista puesta en conseguir una banca ética, al servicio de la sociedad, del desarrollo sostenible, de los intereses colectivos de todos los grupos de interés.

Defendemos también, en sintonía con la propuesta de “Pacto de Estado por la Economía y el Empleo” de nuestra Confederación, una reforma del sistema financiero que dé una mayor peso a la banca pública, dotando de mayores recursos y capacidad al ICO.

7 En consecuencia, hay que combatir aquellas iniciativas que, aprovechando la coyuntura, pretenden alterar estos criterios de gobierno corporativo en beneficio de alguna de las partes. Y la primera amenaza la tenemos en la Ley de Cajas de la Comunidad de Madrid, que pretende modificar los órganos de gobierno a favor de la participación política en los mismos.

En resumen. Gestión profesional, gobierno corporativo, intervención pública y control social para atender los cambios necesarios en las empresas con dificultades.

III Congreso Comfia CCOO. Documentos

Los despidos sin acuerdo crecieron un 56% durante el año 2008

Los despidos sin acuerdo crecieron un 56% durante el año 2008

Las reclamaciones de cantidad subirán a 193.689 en 2010, según el Consejo General del Poder Judicial.

Ver para creer. La jurisdicción laboral, por antonomasia la más moderna al tener un procedimiento rápido y sencillo, está atascada. Y lo que es peor, en los dos próximos años no va a mejorar. Según un informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el número de demandas por despidos ingresados en los juzgados de lo social, es decir, aquellos en los que no hubo acuerdo entre empresa y trabajador, crecieron un 56% en 2008. En efecto, en 2007 se registraron un total de 66.249 frente a los 102.925 del año pasado. La previsión del CGPJ para 2009 es que el número de despidos impugnados judicialmente se incremente en 118.774 y en 2010 asciendan a 129.721.

Este elevado número de impugnaciones judiciales hay que unirlas con las reclamaciones de cantidad, que se producen cuando la empresa no ha pagado lo pactado en el contrato como los salarios, comisiones, horas extras, etcétera. En 2007 hubo un total de 106.742 demandas y 2008 cerró con 157.924 reclamaciones en vía judicial. El informe del CGPJ las eleva a 174.234 para 2009 y a 193.689 para 2010.

Con este escenario, los magistrados de los juzgados sociales están muy preocupados porque, por primera vez en muchos años, se puede hablar de atasco en la jurisdicción laboral. Fuentes judiciales consultadas por LA GACETA han señalado que “ahora los tiempos de resolución se alargan en el tiempo en perjuicio del empresario y del trabajador”. “En los juzgados puestos al día las demandas por despido se resolvían en un mes y ahora se ha pasado a cuatro meses”, apunta una magistrada. “En cambio, los que tenían un ligera carga de trabajo, estos mismos despidos los decidían en una media de tres meses y ahora han pasado a seis para adoptar la resolución final”. Lo dramático es que las demandas por despidos y reclamaciones de cantidad se tramitan por un procedimiento de urgencia, pues existen otros asuntos laborales que se resuelven por un proceso normal como por ejemplo, las pensiones o las cuotas de la seguridad social. En estos casos, la sentencia se puede demorar un año.

Un dato muy relevante

Esta problemática y saturación en los juzgados no se está planteando en las Salas de lo Social de los Tribunales Superiores de Justicia. La razón es que para que una empresa pueda recurrir ante el tribunal superior debe obligatoriamente depositar el total de la condena (indemnización o indemnización más salarios). “Para ello necesitan liquidez, que no tienen, y avales que los bancos no les conceden”, apunta un magistrado. En estos casos, si no se recurre la sentencia dictada por el juzgado social, deviene firme.

Por otra parte, el número de despidos registrados en los juzgados no refleja el total de los que se producen, ya que muchos no llegan a juicio porque ha existido un acuerdo en el acto de conciliación y otros tantos ni siquiera han necesitado un pacto previo, sino que se ha conformado con la indemnización pagada por la empresa.


Una de las mejoras para el trabajador introducidas por la reforma laboral de 2002 fue que éste puede percibir la prestación de desempleo desde el mismo momento del despido sin necesidad de esperar a la sentencia, por lo que no existe una desprotección económica para el asalariado. En caso de que el empleado obtenga una sentencia favorable se regularizará su situación.

Los expertos consultados por este periódico son conscientes de que se necesitan más medios personales y materiales para solucionar el atasco. Entre las medidas laborales que proponen para agilizar aún más el proceso laboral destaca la de citar a las empresas por correo electrónico y no por certificación con acuse de recibo cuando se trata de empresas que residan en la misma provincia que la del juzgado. Con el sistema actual se pierde más de un mes de tiempo.

Diego Carrasco

La Gaceta

El 25% de los conductores españoles supera ampliamente los límites de velocidad permitidos

El 25% de los conductores españoles supera ampliamente los límites de velocidad permitidos

I Estudio Internacional de Hábitos de Conducción del Grupo AXA

La cuarta parte de los conductores españoles incumple de forma consciente los límites de velocidad al volante, incluso aquellos que ya han perdido varios puntos del carné. AXA presentó ayer los resultados del ‘I Estudio Internacional de Hábitos de Conducción’, realizado en diez países europeos, del que destaca como uno de los resultados más llamativos que uno de cada cuatro conductores españoles reconoce que cuando circula por autovía o autopista alcanza los 150-160 km/h, aunque también superan los límites cuando conducen por ciudad, donde superan los 65 km/h. “El español es un conductor al que le gusta la velocidad, supera los límites tanto en carretera como en ciudad, tiene un conocimiento bajo del Código de Circulación, piensa que las carreteras españolas no son seguras y aprobaría un endurecimiento de las sanciones”, señala el informe.

No es el único, pero el exceso de velocidad sí es uno de los más graves y mayores peligros a los se enfrentan los conductores en la carretera y, pese a que es la infracción más sancionada, desconocen en gran número cuáles son los límites de velocidad.

Todos esos datos anteriores contrastan con la propia opinión de los conductores españoles, que consideran, en su mayoría, que deberían endurecerse más las sanciones de tráfico, pese a que el 4% ya ha perdido sus puntos del carné de conducir y a que el 38% de los encuestados en nuestro país reconoce haber sido multado alguna vez por superar la velocidad.

En lo que se refiere a los mayores peligros en la carretera, los conductores consideran que lo más arriesgado es rebasar una línea continua al adelantar (92%), la conducción rápida a pocos metros del automóvil que le precede (91%) o no llevar puesto el cinturón de seguridad (87%).

Importante caída de las hipotecas madrileñas

Importante caída de las hipotecas madrileñas

CCOO de Madrid ha valorado los datos sobre hipotecas constituidas en la región a lo largo de enero de 2009, según los cuales el número de hipotecas se redujo un 35 por ciento respecto al año anterior con un total de 6.069 viviendas.

El portavoz del sindicato, Francisco Naranjo, ha explicado que la hipoteca media madrileña para comprar una vivienda se redujo un 15,3 por ciento respecto al año anterior, situándose en 154.704 euros en enero de de 2009 respecto los 182.825 euros de 2008.

El sindicalista ha señalado que la hipoteca media madrileña se encuentra todavía casi un 27 por ciento por encima del importe medio de la media nacional, que se encuentra en 122.091 euros. Además el volumen de dinero prestado por bancos y cajas de ahorros en Madrid para comprar una vivienda se aproxima a los 939 millones de euros, lo cual supone un 45 por ciento menos que el año anterior.

CCOO de Madrid ha reiterado que la caída del mercado inmobiliario, el alto endeudamiento de las familias y el incremento del desempleo están pasando factura en el sector de la construcción, lo cual se percibe en el descenso del dinero prestado para hipotecas, la caída de su importe medio y la propia disminución de la compraventa de viviendas y del número de viviendas hipotecadas.

Para Francisco Naranjo, "la vivienda está perdiendo la consideración como activo financiero y valor de inversión, lo cual hace necesaria una intervención social y política que corrija los desmanes del mercado inmobiliario, al tiempo que se devuelve a la vivienda su carácter de bien esencial para los ciudadanos españoles".

En el pacto por la vivienda que reclama CCOO deben participar todas las administraciones creando patrimonios públicos de suelo con destino a viviendas públicas protegidas y viviendas en alquiler, recuperando y potenciando una política pública de vivienda que la aleje de la especulación del suelo y de los precios.

CCOO Madrid

Declaración Sindical de Londres

Declaración Sindical de Londres

El movimiento sindical internacional, con motivo de la Cumbre del G20 en Londres, ha publicado una Declaración en la que insta a los líderes del G20 a trabajar conjuntamente con otros gobiernos e instituciones internacionales para abordar la crisis y establecer una economía mundial más justa y sostenible para las generaciones venideras.

En su Declaración, los sindicatos piden que se ponga en marcha una estrategia de cinco puntos:

- Plan de recuperación y de crecimiento sostenible pactado a nivel internacional que dé un fuerte impulso a la creación de empleo centrándose en la inversión pública, políticas activas del mercado de trabajo, la protección de los más vulnerables mediante la creación de amplias redes de protección social, así como inversiones en la “economía verde” capaces de orientar la economía mundial hacia un modelo de crecimiento con bajas emisiones de carbono. Las economías en desarrollo y emergentes deberán disponer de los recursos y el espacio político necesarios para la aplicación de políticas anticíclicas;

- Nacionalizar de inmediato los bancos insolventes de tal forma que se restaure la confianza y los créditos en el sistema financiero y, más importante aún, establecer nuevas reglas y mecanismos de control del sector financiero con una fuerte implicación de los interesados;

- Luchar contra el riesgo de deflación salarial y contra el aumento de las desigualdades de ingresos, ampliando la cobertura de la negociación colectiva y reforzando las instituciones encargadas de fijar los salarios, de tal manera que se establezca una base decente en los mercados laborales;

- Sentar las bases para la consecución de un acuerdo internacional ambicioso y cabal sobre el cambio climático en la COP15 en Copenhague, en diciembre de 2009;

- Establecer un marco de normas e instrumentos jurídicos de referencia para las instituciones internacionales en la esfera económica y social - la OIT, el FMI, el Banco Mundial, la OMC y la OCDE -, y proceder a la reforma de tales instituciones, constituyendo una gobernanza económica mundial eficaz, que cuente con mecanismos de rendición de cuentas.

Desempleo y congelación salarial

Desempleo y congelación salarial

Los sacrificios salariales deben ser distribuidos de manera equitativa, ya que los trabajadores y trabajadoras no son culpables de la actual situación de crisis económica. El problema de España no son los salarios, sino un nuevo modelo productivo.

Según datos del Servicio Público de Empleo Estatal, en marzo, el paro registrado se sitúa en más de 3,6 millones de desempleados, con un crecimiento sobre el mes anterior del 4,5% (123.000 personas) y del 56,7% en los últimos doce meses.

Si analizamos los datos del conjunto del sistema de la Seguridad Social los ocupados afiliados descienden en 54.489 (-0,3%) y más de 1,2 millones (-6,5%) en términos interanuales.

Por sectores, en marzo, se producen las mayores pérdidas en industria manufacturera (-30.678), comercio (-23.181), construcción (-22.681), y actividades administrativas (-14.884). Mientras destacan los aumentos en hostelería (16.116), actividades sanitarias (14.067), educación (5.643) y Administración pública (5.255).

Según opinión de diversos expertos la solución para evitar el deterioro del mercado laboral se encuentra en la congelación salarial, es decir, mantenimiento de salarios a cambio de empleo. Para ello ponen de ejemplo los casos de empresas como Clickair, Fagor, Adolfo Domínguez, Arcelor, Sony y recientemente Seat que ha sido el caso más sonado mediáticamente.

A nuestro juicio con la aceptación de la congelación salarial los trabajadores están dando una muestra de gran responsabilidad. Aunque entendemos que es una medida que no se puede ni debe extender en el tiempo debido a que conlleva una reducción del poder adquisitivo de los salarios, con nefastas consecuencias sobre el consumo, ya de por sí, muy debilitado últimamente, -y sobre todo no debe convertirse en ningún caso en norma general y ser aplicable en casos muy puntuales-, es incuestionable que esta medida no puede realizarse en aquellas empresas que están obteniendo beneficios.

En este sentido el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, manifestaba, 'no hay que extrapolar dicho modelo a ningún otro lugar'. Con esta medida se puede obtener en el corto plazo ganancias de productividad. Pero no debemos aspirar a competir vía salarios sino, todo lo contrario, a través de la calidad y el valor añadido. Nuestra estrategia debe ser un cambio de modelo productivo que apueste por inversiones empresariales en innovación y nuevas tecnologías para optimizar recursos y mejorar la productividad.

Por otro lado, si uno de los problemas de los departamentos de recursos humanos es intentar motivar a los trabajadores y trabajadoras, no podemos olvidar que, en determinados niveles ocupacionales y profesionales, la reducción salarial es muy fácil que se convierta en un gran desmotivador de la fuerza de trabajo sobre todo cuando ahora se espera, más que nunca, por la mayoría de las personas, que se fijen límites a las altas retribuciones no transparentes de determinados altos directivos.

Según Gordon Brown, primer ministro británico, 'la gente que ha trabajado duro para construir su empresa no entiende por qué una compañía quiera recompensar el fracaso o cómo algunas personas han creado una gran riqueza personal haciendo malas apuestas con el dinero de otras personas'. Así, es difícil ser un buen líder empresarial si se carece de honestidad y ética profesional suficientes. Los sacrificios salariales deben ser distribuidos de manera equitativa, ya que los trabajadores y trabajadoras no son culpables de la actual situación de crisis económica. El problema de España no son los salarios, sino un nuevo modelo productivo.

Vicente Castelló Roselló. Profesor de la Universidad Jaume I de Castellón
Cinco Dias

La empresa debe avisar al empleado para vigilar su ordenador

La empresa debe avisar al empleado para vigilar su ordenador

Fisgar en el ordenador de un empleado, sí, pero avisando previamente. Ésa es la receta que acaba de aplicar la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para anular el despido disciplinario de una trabajadora que se pasaba el día jugando en Internet.

Los encargados de una farmacia de Barcelona detectaron que alguien estaba haciendo un uso indebido de los tres ordenadores que tenían en el dispensario. Entonces contactaron a un experto informático que les instaló un programa que controlaba qué contenidos se utilizaban en cada PC, guardando pantallazos cada cierto tiempo.

Así descubrieron que la trabajadora en cuestión utilizaba a diario juegos en Internet como “Solitario, Tetris, The Real Giligang’s Island” y visitaba páginas de “moda, cocina o turismo” en su tiempo laboral, tal y como relata la sentencia en los hechos probados.

Nada más tener estos datos, la farmacia despidió a la empleada de forma disciplinaria, mediante un burofax en el que relataba todas las pruebas sobre su conducta en el tiempo de trabajo.

El Juzgado de lo Social 26 de Barcelona dio la razón a la trabajadora y anuló el despido al considerar que la empresa había vulnerado su derecho a la intimidad. Y ahora el Tribunal Superior de Cataluña ha respaldado esta decisión.

EXPANSIÓN dio cuenta el 24 de octubre de 2007 de la sentencia de unificación de doctrina sobre este tema del Tribunal Supremo, cuya argumentación comparten plenamente los magistrados catalanes.

Tal y como relata la sentencia del Superior de Cataluña, en estos casos se presenta un conflicto: “El derecho a la intimidad del trabajador ha de respetarse en las relaciones laborales, pero la utilización de los medios de la empresa queda dentro del poder de vigilancia del empresario”.

La solución adoptada por el Supremo, y respaldada ahora por el TSJC, consiste en imponer unos requisitos a la vigilancia, que consisten en “establecer previamente las reglas de uso de los medios e informar de que va a existir control y de los medios de control”.

Así, apunta el fallo, “si el medio se utiliza para medios privados en contra de estas prohibiciones y con conocimiento de los controles y medidas aplicables, no podrá entenderse que se vulnerado una expectativa razonable de intimidad…” La farmacia, concluye el Tribunal catalán, incumplió estas reglas y, por tanto, el despido es nulo.

Diego Torres
Expansion

Más protección en el ordenador que en otros medios

Se ha impuesto la consideración del ordenador como herramienta de trabajo, si bien con una consideración especial en la medida en que un acceso a él por cualquiera que no sea el empleado puede suponer la violación de los derechos fundamentales de éste.

El modelo actual de organización del trabajo impone de forma habitual la necesidad de que los trabajadores tengan un equipo informático como herramienta esencial de trabajo y, en muchos casos, también un acceso a Internet.

Ello ha supuesto un notable incremento de procedimientos judiciales, habitualmente derivados de sanciones disciplinarias, en los que la Empresa ha obtenido las pruebas que posteriormente utiliza ante el Juez mediante una investigación del ordenador del trabajador.

Tras varios titubeos, parece que desde la conocida sentencia del Tribunal Supremo de 26 de septiembre de 2007 se ha impuesto la consideración del ordenador como herramienta de trabajo, si bien con una consideración especial en la medida en que un acceso a él por cualquiera que no sea el empleado puede suponer la violación de los derechos fundamentales de éste (intimidad o secreto de las comunicaciones).

Conforme a ello, la Jurisprudencia ha terminado por considerar que únicamente en caso de que la Empresa comunique previamente cuál debe ser el uso correcto del ordenador y de sus programas, informando, además, de los medios de control y de las medidas a adoptar en caso de infracción, podrá actuar disciplinariamente contra quien vaya en contra de dichas directrices.

Si bien parece claro que el acceso por el empresario a los correos electrónicos del trabajador pudiera ser una violación del derecho a la intimidad y al secreto de las comunicaciones, más dudas genera el hecho de que la Empresa no pueda controlar la utilización que se da al ordenador (por ejemplo, acceso a páginas pornográficas en tiempo de trabajo) sin una previa comunicación especificando cuál es el uso correcto y sin acceder a archivos personales o correo electrónico del trabajador.

Estos niveles de protección sobre el uso indebido o abusivo del ordenador son muy superiores a los que se ha dado tradicionalmente a otras herramientas de trabajo y, en mi opinión, no resultan del todo justificados desde el momento en que el ordenador se considera un mero utensilio de trabajo y su uso, por la propia dinámica de la relación laboral, se encomienda por el empresario para el desarrollo de las actividades propias del trabajo y no otras de tipo lúdico.

Luis Cortés
Expansion

La crisis ha reducido el absentismo laboral

La crisis ha reducido el absentismo laboral

La tasa de absentismo media de las empresas objeto de esta encuesta alcanza el 5,35%, cifra que se sitúa por encima del promedio europeo (4%) y que exigiría, según Adecco, tomar medidas para reducir este fenómeno.

El 34% de las empresas estima que la crisis ha reducido el absentismo laboral en sus centros de trabajo, frente al 60,4% que no aprecia cambios al respecto, según una encuesta a 720 empresas españolas realizada por Creade Lee Hecht Harrison, compañía perteneciente al Grupo Adecco.

Entre las compañías que han apreciado un recorte de sus índices de absentismo, dos de cada tres calcula que este descenso ha podido llegar hasta el 15%, mientras que el 27,8% sitúa la caída entre el 16% y el 30%, y el 5,5% afirma que incluso ha bajado más del 45%.

El absentismo laboral tiene un coste por empleado cercano a los 2.500 euros al año, y produce unas pérdidas equivalentes al 1% del PIB español, por lo que Adecco advierte de que éste es uno de los mayores lastres a la competitividad de las empresas españolas.

La tasa de absentismo media de las empresas objeto de esta encuesta alcanza el 5,35%, cifra que se sitúa por encima del promedio europeo (4%) y que exigiría, según Adecco, tomar medidas para reducir este fenómeno.

De acuerdo con los resultados de este estudio, los trabajadores con cargas familiares son los que más se ausentan del trabajo, especialmente si son mujeres. Así, seis de cada diez compañías encuestadas asegura que las trabajadoras con responsabilidades familiares son las que más faltan a su puesto de trabajo.

La apreciación es distinta cuando no se tienen responsabilidades familiares. En estos casos, las empresas creen que las mujeres se ausentan menos que los hombres.

Aunque en la mayor parte de los casos la crisis está causando un recorte del absentismo, en otros se está produciendo el efecto contrario: se falta más al trabajo ante la sensación de sentirse próximo al despido o de ver peligrar el puesto, lo que influye negativamente en la motivación.

Entre las compañías encuestadas que aseguran que la crisis ha provocado un repunte del absentismo, el 66,7% estima que este aumento ha sido de hasta el 15%, en tanto que en el 33,3% lo cifra entre un 16% y un 30%.

JÓVENES Y VETERANOS, LOS MÁS ABSENTISTAS.

Según este estudio, los más absentistas son los trabajadores de 26 a 35 años, los que tienen una antigüedad en la empresa de dos a cinco años, y los operarios y personal de base. Las razones que, en opinión de Adecco, explican las mayores ausencias de los jóvenes residen en la importancia que dan a la conciliación de la vida laboral y familiar y a su mayor carga de responsabilidades fuera del trabajo.

En el caso de los trabajadores de mayor antigüedad, Adecco entiende que muchas veces incurren en un absentismo laboral "fraudulento" porque asumen que sus empresas les deben algo por su dedicación. "Algunos trabajadores, a partir de cierto tiempo en la empresa, tienen la convicción de tener derecho a darse de baja, sin que existan causas justificadas para ello", reza el informe.

La mayor parte de las empresas encuestadas cree que las razones que llevan a sus empleados a ausentarse se deben, por este orden, a motivos personales, falta de motivación, ausencia de control por parte de los superiores, clima laboral y falta de liderazgo.

Dos de cada tres empresas ve el absentismo como un tema prioritario en su política de recursos humanos y siete de cada diez dice estar tomando medidas activas para controlarlo.

Europa Press