En el país de los tuertos el ciego es el rey
Sólo si te llamas Maravillas y eres del Gobierno y/o del PSOE puedes encontrar otro adjetivo ante las últimas cifras de paro. Setiembre nos ha traído 80.367 nuevos parados y 66.000 cotizantes menos a la Seguridad Social. Y además hemos conocido el dato de que las prestaciones por desempleo se han incrementado en un 45,5%. Pero como este Gobierno de progres de salón ha decidido pervertir no sólo el lenguaje sino también la política, han vuelto a insistir en la excelencia de unos Presupuestos cuya principal partida en incremento (y la segunda en valores absolutos, tras las pensiones) son los gastos en desempleo. Zapatero y toda su corte de voceros y ministros están empecinados en convencernos de que hemos de convertir la desgracia en virtud y siguen extendiendo el cloroformo a ver si consiguen que no nos demos cuenta de que el incremento de la partida destinada a desempleo (unida al galopante crecimiento del número de parados, no al aumento de las prestaciones individuales) es la mejor demostración del fracaso de la política de empleo del Gobierno y de la profunda depresión de la economía española. Pero, como decía, la perversión del lenguaje en nuestro país adquiere dimensiones verdaderamente dramáticas. Sólo en una sociedad como la nuestra, sin cuajo para revelarse colectivamente, puede existir un Gobierno empeñado en defender, por ejemplo, que la menor presión fiscal es consecuencia de que pagamos menos impuestos que en la época del PP; salvo que quiera hacernos comulgar con ruedas de molino o piense que somos idiotas y no nos vamos a percatar de que presumen de “beneficiarnos” al conjunto de los españoles con menos presión fiscal a base de más paro y mayor reducción del PIB, o sea, mayor empobrecimiento de España. Al paso que vamos y tal y como está el país ( y la conciencia crítica) estos van a terminar presumiendo de que cada vez hay menos empresas que pagan el impuesto de sociedades; y como sus voceros son como son van a ir explicando por las calles y pueblos de España este nuevo éxito del Gobierno socialista sin percatarse de que las empresas dejan de pagar porque no tienen beneficios sobre los que cotizar. Como dice un amigo mío, el gobierno nos lleva al déficit con anestesia, porque el incremento de recaudación presupuestado (26,1% IVA y 7,2% IRPF) es, sencillamente, increíble. Lo mismo que para andar bien hay que mover los dos pies, para volver a la estabilidad presupuestaria se requiere de medidas conjuntas en fiscalidad y gasto. De nada sirve recaudar más (más allá del cuento de la lechera que se han construido sobre los nuevos ingresos) si, a la vez, no modulas y moderas el gasto. Les daré un ejemplo de donde podríamos ahorrar: los once mil millones de euros que piensan recaudar con este incremento impositivo son, exactamente, los que cuesta el nuevo sistema de financiación autonómico que han pactado con Cataluña y extendido al resto para disimular el escándalo de la bilateralidad. El país se nos está yendo por la fregadera sin que a nadie parezca importarle. Al que tiene el tapón porque mientras la fregadera sea suya le importa un pimiento que esté vacía; y al que espera que le toque el turno de coger el tapón en sus manos porque hace mucho tiempo que dejó de ser otra cosa que un vulgar remake del partido que decidió desvertebrar España.
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