Blogia
Unión Sindical Obrera - Mutua MMT Seguros

Mucho empleo, pero poco productivo

Mucho empleo, pero poco productivo

El ’plan Zapatero’ ha colocado a 410.000 personas por cortos periodos de tiempo - Los ayuntamientos han financiado más de 30.000 obras, algunas de poca utilidad.

Los curris, esos minúsculos seres que aparecían en los Fraggle Rock, la serie de televisión que atrapó a los niños en los ochenta, trabajaban sin descanso para levantar unas construcciones que no servían para nada. Una especie de Sísifo en versión catódica e industrial. Las calles de todos los municipios españoles se han llenado estos meses de carteles que avisan al ciudadano de que está ante una obra financiada por el Fondo de Inversión Local para el Empleo. Y junto a obras necesarias -escuelas o aceras que si no fuera por el maná llegado del Gobierno central no se habrían podido hacer por falta de dinero-, otras no tienen mucha más utilidad que aquellas que ocupaban a los laboriosos curris.

Los más de 30.000 proyectos del fondo -conocido simplemente como Plan Zapatero- han traído un chaparrón de dinero a los ayuntamientos: 8.000 millones de euros, cifra que duplica la inversión de todos los municipios de España al año. Y han permitido el nada desdeñable logro de ocupar a más de 410.000 personas y hacer que el desempleo lleve tres meses de caídas en un momento en el que el paro se ha convertido en un drama nacional.

El plan nació como una medida urgente para contener la sangría del desempleo y su éxito en ese aspecto es innegable. Los peros vienen al analizar el tipo de contratos -de muy corta duración y en proyectos con poco valor añadido- y la premura con que se puso en marcha, que obligó a los ayuntamientos a planear inversiones con poco más de un mes de plazo. Es lo que ha llevado a algunos municipios a ejecutar obras de dudosa utilidad. Como el de Requena (Valencia), que ha invertido una tercera parte de los 3,6 millones que recibió en la reforma de la plaza del Portal. El ayuntamiento compró unas farolas que no gustaron al concejal. Las farolas duermen ahora en un almacén a la espera de encontrar un lugar donde ser colocadas.La escasa productividad de los proyectos es lo que lleva al economista para España del Fondo Monetario Internacional, Bob Traa, a decir que esta iniciativa "no aumenta el potencial de crecimiento de España". Sin embargo, Traa, en declaraciones a este periódico, no se muestra muy crítico con este aspecto. "El Gobierno diseñó el programa como un remedio temporal para frenar el desempleo. Hay que analizarlo así, no como una medida estructural". "Sus beneficios serán temporales. Sin embargo, la deuda de 8.000 millones sí que será permanente", concluye el responsable de un organismo poco amigo de alegrías presupuestarias. El profesor del IESE Xavier Vives opina que en una recesión como la actual tiene sentido tomar medidas de estímulo, pero que el Plan Zapatero presenta dos problemas. "Que este gasto no es sostenible y que la rapidez en la ejecución haga que sea improductivo. Pasará tiempo hasta qué sepamos qué proporción del gasto ha sido superfluo".

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero presentó el pasado 27 de noviembre su llave maestra para luchar contra un desempleo que duplica al de los vecinos europeos: el fondo milmillonario debía licitarse en proyectos pequeños -de menos de cinco millones de euros, intensivos en mano de obra- y que tenían que estar terminado a lo largo del primer trimestre de 2010.

Zapatero estimó entonces en 300.000 los puestos que se crearían. Nueve meses después, el consabido optimismo del presidente se ha quedado corto. "El fondo supera ya en un 47% sus previsiones con más de 410.000 empleos generados. Además, ha mejorado la infraestructura y servicios más próximos al ciudadano", proclaman ufanos en el Ministerio de Política Territorial. La rapidez y eficacia con la que se gestionó fue tal que catapultó a la ministra responsable, Elena Salgado, hasta la vicepresidencia económica. Pero al analizar las cifras aparece alguna arista. No se trata únicamente de que los empleos de nueva creación se queden en menos de 175.000, es decir, un 42% del total, lo que de cierta manera contradice la promesa de Zapatero de que el fondo financiaría la contratación de desempleados.

Uno de los puntos oscuros es la duración de los contratos. En el ministerio todavía no disponen de información sobre cuánto tiempo ha empleado cada ayuntamiento a cada trabajador. Pero José Antonio Herce, socio y director de economía de Analistas Financieros Internacionales, calcula que el tiempo medio de contratación rondará los tres meses. "Con el presupuesto del fondo se pueden crear 150.000 empleos de base anual. Las obras que se están haciendo tienen muy poca incidencia en la competitividad de las ciudades. Ha mejorado los datos de empleo en mayo, junio y julio, pero pronto volverá a repuntar", señala Herce. Y de esto último no hay duda, porque hasta el Gobierno admite que la situación empeorará en los próximos meses. La perspectiva del paro en torno al 20% ha llegado para quedarse.

Unos ayuntamientos con el agua al cuello, a los que la crisis inmobiliaria dejó sin los suculentos ingresos de las tramitaciones urbanísticas, vieron en el fondo una ayuda providencial. Hasta tal punto que el presidente de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), el socialista Pedro Castro, proclamó el día que se anunció que los Reyes Magos acababan de llegar.

Núria Bosch, catedrática de Hacienda Pública de Barcelona, defiende el plan porque ha permitido a los ayuntamientos ejecutar mucha obra que tenían en cartera y que no podrían haber efectuado de otra manera. Pero añade que sólo sirve como un bálsamo temporal para aliviar su delicada situación económica. "Lo que necesitamos es una reforma a fondo de la financiación municipal", afirma. Además, Bosch apunta que las obras en las que se han embarcado gracias al enjuague del dinero del Gobierno central pueden complicar aún más la situación de algunos ayuntamientos a medio plazo. "Si asumen ahora nuevas dotaciones que tendrán que mantener, generarán más gasto en el futuro", concluye.

Tras los 8.000 millones de 2009, llegará el nuevo fondo de 5.000 millones anunciado por Zapatero para el próximo año. Pero este dinero sí estará ligado al tan cacareado cambio de modelo económico. Teóricamente deberá destinarse a asuntos relacionados con el acceso a nuevas tecnologías, el fomento de la actividad económica (ahorro energético, protección del medio ambiente...) o la protección social. El presidente de la FEMP asegura que este fondo se convertirá en un "puente", para que cuando finalicen los proyectos de 2009 se puedan iniciar los de 2010. Pero las voces críticas se preguntan por qué el primer fondo no se dirigió a la nueva economía, en lugar de financiar lo de siempre. Es decir, ladrillo y más ladrillo. Xavier Vives lo resume así: "Este gasto puede funcionar como un fuego que calienta mientras no se apaga, pero que se consume al acabarse el combustible".

LUIS DONCEL
El Pais

0 comentarios