El Ayuntamiento de Madrid prepara una nueva ordenanza para el colectivo de taxistas
Los taxistas exigen soluciones a la "pésima situación del sector" y los consumidores protestan por el elevado precio del servicio pero el Ayuntamiento de Madrid prefiere hablar de cómo van vestidos los taxistas, sus coches, las tarjetas de crédito y el tabaco. Urbanismo prepara una nueva ordenanza para los taxistas que actualice la de 1980 y ya ha hecho llegar un borrador del anteproyecto, aún no oficial, a los conductores.
El texto, que fue difundido ayer por el Europa Press, pone patas arriba un sector que lleva treinta años sin actualizarse y que vive uno de los momentos más delicados. Madrid es la ciudad con más taxis por habitante con sus más de 16.000 licencias y los taxistas estiman que en estos momentos sobran más de la mitad. Los consumidores por su parte, consideran que los precios de este transporte público en la capital son “abusivos”, después de haberse visto incrementados más de un 35% en cinco años.
Nada de esto es lo que le preocupa al Ayuntamiento. Que considera desfasado que en 2009 no pueda pagarse siempre con tarjeta de crédito o débito o que el taxista pueda fumar dentro del coche.
A falta de que la ordenanza se apruebe, parece que van a cambiar muchas cosas dentro y fuera del taxi. A partir de ahora, por ejemplo, el Consistorio podrá “autorizar los sistemas de comunicación o de cámaras que, por motivos de seguridad, podrán instalarse en los vehículos”. Además, se dan una serie de supuestos por lo que el taxita podría negarse a recoger a un pasajero; a saber: que alguno de los usuarios esté drogado o borracho (salvo que corran peligro); que el equipaje pueda estropear el interior del coche o no quepa; el transito por zonas para el conductor, coche o viajeros o que se trate de personas perseguidas por los Cuerpos y Fuerzas de seguridad.
Los taxistas por su parte deberán ir ‘bien vestidos’. Se terminaron “las prendas y calzado deportivos y de baño, así como los pantalones cortos, camisetas sin mangas o sandalias”. También deberán llevar obligatoriamente GPS o un callejero, cambio de al menos 20 euros y talonario de recibos cuando no haya impresora.
Otro de los aspectos más llamativos es que el portaequipajes o baca pasa se ser obligatorio a estar prohibido, mientras que los coches serán supeditados a un grupo de marcas y modelos próximamente definidos por el consistorio. Además, los coches no podrán tener más de ocho años, dos menos de los permitidos hasta ahora.
De aprobarse este borrador, los taxistas estarán obligados a trabajar el menos siete horas al día, aunque ahora podrán compatibilizar el trabajo de taxista con otras actividades. En cuanto a precios, sigue siendo el Ayuntamiento el que establece las tarifas de este servicio. Habrá que esperar a mediados de septiembre para conocer las posibles enmiendas y cambios que se negocie con el sector, aunque la situación está tensa, y la Federación profesional del taxi de Madrid ya amenazó con tomar medidas si no se analizaba cuidadosamente la situación del sector, invadido según ellos por un exceso de licencias y por la, cada vez más generalizada, presencia de conductores privados sin licencia, compinchados con muchos hoteles de la capital.
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