Ella no lo sabe...aún
Ella, la lideresa, la única presidenta de Comunidad Autónoma, no lo sabe porque anda entretenida, distraída, inmersa en batallas de Estado, en crispaciones políticas de todo tipo, en campañas para liberar Cuba de los Castro y entregársela en bandeja a los gusanos de Miami, intentando salir indemne del avispero de Caja Madrid, después de la desastrosa iniciativa de aprobar una ley sin el consenso necesario.
No sabe que mientras lucha con ahínco para ser alternativa a Zapatero, martillo de Gallardón, la moderna Thatcher de un mundo neocon y ultraconservador que se acaba, se agota y se derrumba a su alrededor, Madrid la necesita. Necesita tener gobierno que ordene y lidere la batalla regional contra la crisis.
Ello no lo sabe, pero Madrid ya no soporta más modelo Correa. El pelotazo inmobiliario, los beneficios altos y rápidos, la plácida vida del cortesano acostumbrado a vivir de los fondos públicos puestos al servicio del sector privado, se han acabado. Después de esta crisis todos seremos más pobres y mientras dure las familias trabajadoras merecemos más esfuerzo de los gobiernos para evitar altas cotas de empobrecimiento.
Ella aún no se ha enterado, pero ante la tormenta perfecta de esta crisis sólo hay una salida: unir a la sociedad, a toda la sociedad, frente a la crisis. Ya sabemos que es mujer acostumbrada a librar batallas, que se mueve bien, con ingenio y sagacidad, en el regate en corto. Que acostumbra a salir bien librada en la pelea callejera en la que se ha convertido el debate político. Ahora toca otra cosa. Toca unir, buscar consensos, sumar esfuerzos para que todos paguemos lo menos posible en esta crisis y especialmente los que menos tienen. Lo que toca es preparar a todos para asumir sacrificios proporcionados y equilibrados. Lo que toca es preparar una salida con bases sólidas en lo económico y en el empleo.
Ella ha demostrado que puede y sabe ganar fracturando y dividiendo. Le toca demostrar ahora que es capaz de recomponer fracturas para construir unidad. No es fácil porque mucha es la crispación y no pequeñas las fracturas. Demasiadas las rencillas acumuladas, dentro y fuera de su propio partido.
Ella no lo sabe aún, pero amante como es de la política estadounidense entenderá perfectamente que no puede ni debe desoír las prioridades esbozadas por Obama: sanidad, educación y soluciones para el problema energético. No hay mucho tiempo y cada minuto que perdemos es precioso.
Ella no lo sabe aún, pero Madrid necesita con urgencia un compromiso por la educación, otro por la sanidad pública y un plan de choque contra la crisis que salve empresa y familias golpeadas por el desempleo, que fortalezca nuestra economía, y la protección y la cohesión social que aseguran los servicios públicos.
Ella ha demostrado que es lista, ahora toca demostrar inteligencia y visión de futuro. Si así lo hace tendrá toda nuestra ayuda. Si no, se lo demandaremos y en eso somos tozudos y tenaces como nadie.
Ahora, ella, ya lo sabe.
Javier López
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