Los jóvenes españoles no llegan a mileuristas
Ser mileurista, se ha convertido en un sueño para gran parte de los jóvenes de nuestro país. El 40% de los jóvenes en activo cobran salarios iguales o inferiores a los 12.000€ anuales, mientras que el salario medio en España se situó, en 2013 en los 24.650€ anuales, en la actualidad, tan solo un 10% de jóvenes superan los 24.000€ de salario anual.
Con una tasa de paro juvenil del 55%, la segunda más alta de toda la UE, solo superada por Grecia con un 62%, nuestros jóvenes no solo están condenados a las colas del paro y la desesperación de no encontrar empleo, sino que aquellos que lo encuentran, lo hacen en unas condiciones salariales y laborales que quedan muy lejos de ser dignas.
Aquellos que han cursado estudios universitarios son los que más probabilidades tienen de encontrar trabajos por más de 24.000€ anuales, aunque tan solo un 14% de ellos lo consigue. La mayoría de los jóvenes trabaja en el sector servicios, sobre todo en puestos de trabajo relacionados con atención al cliente y hostelería.
Ante esta situación, cada vez es más complicado que los jóvenes se emancipen, con salarios que rondan entre los 500 y 800€ en la mayoría de los casos, el tema de vivir solos o en pisos compartidos con otros jóvenes es casi imposible, por ese motivo, cada vez más jóvenes están en casa de sus progenitores hasta edades más avanzadas, rondando de media los 32 años.
No podemos hablar de crecimiento económico y sustento de un Estado de Bienestar cuando los jóvenes, que van a ser los futuros sustentadores de ese Estado de Bienestar cobran, no solo por debajo del salario medio, sino por debajo del SMI. ¿Ese es el presente y futuro que quieren los políticos para los jóvenes? El crecimiento económico no será tal mientras la tasa de paro juvenil siga siendo tan alta y mientras los salarios de los jóvenes sean “ridículos”
En los países miembro de la UE surge la paradoja que buscan jóvenes de otros países de la UE, porque no encuentran perfiles de jóvenes dentro de su país para desempeñar esas funciones, ¿cómo es posible que España permita que cada año emigren miles de jóvenes y a la vez empresas españolas busquen jóvenes de otros países con perfiles similares a los jóvenes que se van? Algo falla y hay que poner soluciones ya.
Desde USO instamos al Gobierno que invierta de manera real y efectiva en los jóvenes, obligando a las empresas a contratar a jóvenes, con un porcentaje mínimo de jóvenes en plantilla, con los mismos derechos tanto laborales como económicos que el resto de la plantilla. El Gobierno de España y la UE no se pueden quedar de brazos cruzados ante el drama del paro en los jóvenes, y las pésimas condiciones laborales en las que trabajan.
También desde USO hacemos un llamamiento para que se ponga freno a la táctica de las empresas de contratar a jóvenes entre 16 y 25 años mediante el llamado contrato de formación, mediante el cual un joven es contratado para desempeñar las mismas funciones que el resto de trabajadores y trabajadoras de la empresa, pero con un salario de 300€ mensuales.
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