Epidemia de hemiplejía moral
Desde la publicación de "La Rebelión de las masas" de José Ortega y Gasset e incluso antes, filósofos y pensadores del mundo contemporáneo vislumbraron y se atrevieron a plasmar en sus textos la inutilidad de quien se hace llamar de izquierda o de derecha. Aquel ser humano que paraliza casi que inmediata y -en algunos fatales casos- perpetuamente un lado de su carácter moral.
El término de la "hemiplejía moral" es introducido por Ortega y Gasset para mostrar, gráficamente, cómo los seres humanos que se encasillan en una o en otra corriente del pensamiento (llamadas por algunos como "ideologías") rehusan a usar su otro lado, decidiendo paralizarlo, inutilizarlo y hasta mofarse de él.
En las ultimad décadas la "violencia" bipartidista tomó nuestras casas y nuestras ciudades no hemos podido vencer dicha enfermedad representada en ese radicalismo y casi fanatismo; no hemos encontrado la cura masiva para la epidemia y no hemos podido repartir una dosis razonable a todos y cada uno de los pacientes... Ineptitud que ha desencadenado la violencia verbal y cultural en nuestra sociedad.
Hoy, pareciera que la enfermedad que paraliza un (en algunos extraños casos: dos) lado moral de cada persona, ha brotado y se ha reproducido alarmantemente en la mayoría de los ciudadanos por dos principales motivos. El primero de ellos; la falta de vacunas y curas (actualmente escasas y casi que inaplicables,reconocidas como "tolerancia") y el segundo y no menos trascendental; los medios de comunicación. Por un lado la falta de vacunas, la ineptitud de buena parte de nuestros políticos (para difundirla y otorgarla) y de nosotros mismos (para recibirla o auto-aplicárnosla), evita que la enfermedad se cure y se supere. Por otro lado, el segundo motivo ya no es el que evita que se cure, sino el que la transmite. En los últimos años se ha constituido en el medio de transmisión por excelencia de ésta enfermedad. Los medios de comunicación (las redes sociales, los periódicos, tv y demás) el 99% de la población se contagia y contagia a los demás, multiplicando peligrosamente los efectos de la misma.
Los síntomas principales de ésta enfermedad son la violencia (verbal, física y psicológica), la demonización del lado opuesto, la estigmatización, y hasta la indiferencia, llegando a increíbles pero comprobados casos de completa anulación y deshumanización del otro. Se puede reconocer fácilmente a un hemipléjico de Derecha por sus constantes denominaciones peyorativas al que piensa diferente tales como "rojo", "sociata", "bolchevique" y otras cuantas. De igual manera, un hemipléjico de Izquierda puede ser reconocido por sus constantes acusaciones al otro de "facha", "tirano", "totalitario" y demás.
Si ud ve o nota estos síntomas en personas cercanas a ud, o incluso en ud mismo, ¡Por favor: No se alarme! Cálmese y cuente hasta diez; de ser necesario, verifique que ambas partes de su ser moral están siendo utilizadas y que no están paralizadas, ubíquese en escenarios diametralmente opuestos en los que sea menester usar cada uno de los lados - léanse el izquierdo, el derecho - e inclusive en alguno que tenga que usarlos todos. Compruebe que su facultad visual y cognitiva está intacta (para esto mire con el ojo izquierdo, mientras tapa el derecho y viceversa) e imagínese a ud. mismo rodeado de zurdos o de diestros; morales.
Una vez haya realizado estos simples y claros pasos, ud se habrá auto-formulado y auto-aplicado la vacuna de la "Tolerancia", evitando esta enfermedad, que hoy en día ha pasado a ser una epidemia.
Si ud tiene simplemente "inicios" (aún sin síntomas marcados) de una u otra clase de hemiplejía, no se afane: ¡Todos la tenemos! Lo importante es controlar los síntomas, no dejar que estos aparezcan y aplicarse la vacuna de la "tolerancia" en el preciso instante en que estos se asoman.
Nota: Tenga presente que la vacuna, es posible que tenga que ser aplicada constantemente; así que no desfallezca en el primer intento.
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