Flexibilizar las expectativas profesionales, la clave...
Hace un año, Adecco, líder en gestión de recursos humanos, analizó cuál estaba siendo la reacción de los parados ante la falta de empleo.
Por un lado, se observaba cómo los parados más cualificados (aún no afectados fuertemente por los despidos)
no aceptaban puestos de trabajo que no encajaran con sus expectativas profesionales y experiencia. Sin embargo, la situación se presentaba bien distinta en el caso de los parados menos cualificados, los cuales fueron las primeras víctimas de la crisis.
Un año después, Adecco, a través de su consultora de recolocación Creade Lee Hecht Harrison, ha analizado si se está produciendo algún cambio con respecto a esta actitud de los parados. Tras un ejercicio en el que se ha duplicado el número de personas que lleva en paro más de un año, 2009 ha concluido con 1,5 millones de profesionales en desempleo de larga duración, frente a los 685.000 que se contaban al cierre de 2008.
Al mismo tiempo, las oportunidades de empleo se han reducido fuertemente en 2009, pues las empresas no crearon puestos de trabajo, sino que destruyeron un total de 1.210.900 empleos. ¿Cómo están reaccionando los parados ante este escenario? ¿Cuál es el camino para no dejarse llevar por el pesimismo?
Creade Lee Hecht Harrison, consultora de recolocación que se encarga de ayudar a buscar una alternativa profesional a los despedidos en expedientes de regulación de empleo (ERE), propone las diferentes alternativas para estos casos tan delicados de desempleo de larga duración.
Según Nekane Rodríguez, Directora General de Creade Lee Hecht Harrison, lo importante es encontrar el camino y para ello hay que abrir la mente para analizar las diferentes opciones que se pueden presentar. “Al principio del camino, muchos personas recién despedidas tenían en mente una sola posibilidad, ese trabajo ideal al que sólo querían optar. Ahora, un año después
todavía sin trabajo, son más flexibles y han cambiado sus objetivos ideales por otros que les aportarán satisfacción personal y han decidido dar un paso atrás en este camino para volver a crecer en un futuro no muy lejano”.
Llegados a este punto se están dando casos cada vez más frecuentes de profesionales con amplia experiencia y responsabilidades que han aprovechado la oportunidad de un trabajo que encaja con el nuevo proyecto vital descubierto en el contexto económico actual. Es un nuevo reto, con una carrera por delante que vuelve a situar al profesional en el mercado laboral y proveerle de nuevas habilidades. Por ello, son ya muchos los profesionales que deciden dar este paso atrás, e incluso rebajar sus expectativas salariales hasta un tercio, con el objetivo a medio plazo de volver a crecer cuando las circunstancias lo permitan.
Un paso atrás para volver a crecer
En épocas de bonanza, cuando el mercado laboral está en continuo crecimiento, los profesionales tienden a mirar siempre hacia arriba planteándose un desarrollo profesional vertical. Sin embargo, en estos momentos ese planteamiento puede llevar a la inmovilización pues el mercado laboral apenas está creando puestos de trabajo que permitan seguir creciendo hacia arriba.
Los profesionales que fueron despedidos hace un año ya han comprobado que las posibilidades de conseguir este objetivo son muy escasas y van aterrizando lentamente sobre el mercado laboral actual. Así, sus expectativas han ido bajando y se muestran más flexibles a la hora de plantearse otras opciones para salir del desempleo (puesto, salario,
sector, movilidad geográfica, etc.)
Creade Lee Hecht Harrison ayuda a los participantes de sus programas de recolocación a abrir la mente para descubrir nuevo objetivos alcanzables que permitan al profesional reconducir su carrera.
En la actualidad, el planteamiento comienza a ser diferente. En lugar de un desarrollo vertical, algunos profesionales empiezan a trazar un desarrollo horizontal con una carrera por delante para después dar el salto. Llegar a este cambio de visión no resulta fácil, pues estos profesionales provenían de puestos muy elevados con unos sueldos también muy altos. Sin embargo, según Nekane Rodríguez, aferrarse únicamente a esta alternativa puede impedirles continuar con su transición de carrera y caer en una espiral de estancamiento profesional, y como consecuencia, personal: “es imprescindible sacar la parte positiva de cada situación y evitar la obsesión de querer recuperar lo que tenía.
La nueva situación no debe estar encaminada hacia una obsesión por conseguir un empleo, sino que puede ser el momento oportuno para replantearse un proyecto de vida. El empleo nos aporta unos ingresos económicos imprescindibles, pero no es lo único en nuestras vidas. Es también importante valorar lo que esta situación nos está permitiendo hacer y disfrutar (formación, hijos, deporte, amigos,…), para mantener una actitud positiva a pesar de los continuos estímulos externos tan
pesimistas”.
Pero no hay que olvidar que la cuestión salarial juega un papel crucial en muchos casos y todo depende de las circunstancias personales de cada economía doméstica. Para valorar una posible oportunidad laboral en la que el sueldo desciende de forma importante, el profesional debe realizar una planificación financiera para analizar la problemática que esta reducción salarial podría provocar en su contexto económico.
Este análisis en muchos casos rompe con el miedo que nos bloquea a tomar decisiones e ilumina el camino hacia la satisfacción personal. En los casos en los que el profesional cuenta con una indemnización y otro ingreso familiar, estos pueden actuar como colchón para adaptarse a los nuevos ingresos familiares. “Cuando estos profesionales abren su mente y ven el futuro a medio-largo plazo, comprenden que les compensa ganar hasta un tercio menos que antes, y volver a recuperar su carrera profesional desde otra perspectiva. Esta actitud activa les será muy positiva de cara al futuro cuando la economía mejore, pues para las empresas un trabajador que haya estado inactivo durante tanto tiempo pierde competitividad”, explica Nekane Rodríguez.
RRHH Digital
0 comentarios