Blogia
Unión Sindical Obrera - Mutua MMT Seguros

Noticias Formación

La formación: Una oportunidad de motivar a los empleados

La formación: Una oportunidad de motivar a los empleados

Actualmente Director del Área de Personas de la UOC, es a la vez, Profesor de la Facultad de Psicología Blanquerna de la Universidad Ramón Llull, donde coordina además el Área de Derecho Social. Ginesta es miembro del grupo de expertos del Acuerdo Estratégico para la Internacionalización, la calidad de la ocupación y la competitividad de la economía catalana. Además es asesor en el Congreso de los Diputados en materia de políticas sociales.

¿En que se diferencian los RRHH de una empresa a los de una Universidad?

En muchas cosas, pero en una especialmente. Las universidades somos intensivas en conocimiento. Nos nutrimos de unos perfiles profesionales muy especializados y concretos, que no aportan trabajo, sino conocimiento en estado puro, para transmitirlo a nuestros estudiantes y a la sociedad, mediante la docencia y la investigación. Por otro lado, nuestra vocación de servicio público hacia la sociedad, nos da un enfoque especial a todo aquello que hacemos como colectivo.

¿Cuál es la estructura del departamento dentro de la UOC?

Estamos organizados en tres grupos operativos con un Director/a en cada uno de ellos. Uno se encarga de la gestión del equipo propio, y seria lo que en una estructura tradicional se conoce como la dirección de relaciones laborales, donde se administra. Otro se encarga del desarrollo, con selección, formación, RSC y los proyectos de desarrollo en general. Y un tercero se encarga de gestionar el colectivo de docentes colaboradores, que son profesionales que interactúan en nuestras aulas virtuales de forma asíncrona.

¿Qué opina del plan Bolonia?

Que además de acercarnos a Europa, que en general, para nosotros, debe ser un referente en materia universitaria, instaura un modelo mucho más adaptado a las realidades actuales. La universidad debe generar conocimiento, pero debe hacer de ese conocimiento un elemento que se transfiera a la sociedad. Bolonia permite enfocar la formación del estudiante des de un prisma mucho más ambicioso en ese aspecto, sabiendo que, al estudiante, lo vamos a devolver a la sociedad. En nuestro caso, ya hemos trabajo con los proyectos de grados, ya los estamos implantando en algunos casos, y los resultados están siendo satisfactorios, incluso en la aceptación por parte de nuestros estudiantes. De hecho, en nuestra metodología, el estudiante se sitúa en el centro del aprendizaje, algo que remarca el plan de Bolonia.

¿Cómo salen preparados los estudiantes para enfrentarse al mundo laboral?

En general con buena base teórica, y con las lógicas limitaciones en la praxis. En muchos casos, demasiado alejados de la realidad, y si bien, las prácticas en las carreras han permitido enfocar mucho más al estudiante acerca de lo que le espera, al final, siempre el análisis queda corto. Si que es cierto que al final, lo que buscamos en la mayoría de selecciones es el potencial, la capacidad de crecer, y de eso, tienen mucho nuestros jóvenes. El crecer y profesionalizarse, puede conseguirse, ya que con una buena base, la transición laboral al mercado de trabajo suele ser más leve. Otra cosa es que tenemos que aprender a leer cuales son las necesidades y prioridades de los nuevos profesionales, los de generaciones – véase los X, Y y los Z ya mismo – que tienen una percepción y enfoque muy distinto del mundo del trabajo. En eso, o nos adaptamos también al nuevo profesional, o se perderá mucha capacidad de captación de talento.

¿Las empresas cuidan la formación de sus empleados? ¿Existe en España cultura de plan de carrera?

En la mayoría de los casos si. La formación está de moda en nuestro país. Cada vez son más las empresas que perciben la formación como una oportunidad de motivar a sus empleados. La mayoría de empresas gestionan su crédito de formación de forma muy eficiente. Es más, aquella empresa que no gestiona adecuadamente su formación, acaba teniendo que gestionar la que sus empleados le piden. Si eso ocurre, se gestiona de forma reactiva, y sin capacidad de planificación y de estrategia. Diría pues que la formación o la ofertas o te la piden los empleados. Sobre la cultura del plan de carrera, pasa más o menos lo mismo. En los últimos años la mayoría de empresas han dibujado sus planes de carrera o sus mapas de trayectorias profesionales, y muchas, como necesidad o como mejora competitiva, puesto que cada vez son más los profesionales que solo se integran en organizaciones donde les cuentas como van a promocionar y hasta donde.

¿Se encuentra el e-learning a la altura de la formación presencial?

Por supuesto. Y no solo eso, sino que es la gran oportunidad de nuestro tiempo. Muchos profesionales solo pueden formarse en este sistema, por las lógicas ventajas de asincronía de espacio y tiempo. El e-learning rompe barreras y nos acerca al conocimiento. Su auge se explica por el avance en los sistemas y modelos educativos, pero además, por la mejora de la calidad de la formación. En nuestro caso, por ejemplo, tenemos a referentes mundiales liderando espacios de conocimiento en las áreas de postgrado y masters, pero además, el 70 % de nuestros profesores son doctores, y similar porcentaje lo son de profesores acreditados por el exigente sistema de calidad universitaria. Además, y mucho más importante, el modelo en e-learning favorece la cultura del esfuerzo, y el aprendizaje suele interiorizarse mucho más que en el presencial.

¿Existe innovación tecnológica en el ámbito de la Formación?

Existe innovación tecnológica, por supuesto. Tanto en los sistemas de interconexión con las aulas virtuales, como en la portabilidad del conocimiento. Por ejemplo, en nuestro caso hemos lanzado el sistema e-book, un libro electrónico, que facilitamos a cada estudiante para que pueda hospedar en el toda la información escrita que le facilitamos. Todo lo que signifique avanzar en comunicaciones y portabilidad en general, conlleva mejorar las posibilidades de la formacón

¿Cuándo es recomendable realizar un máster, recién licenciado o con años de experiencia laboral?

Cuando uno tenga más o menos claro que le gustaría ser de mayor. Pero eso seria demasiado complejo seguramente. Yo recomiendo a mis estudiantes – también soy docente universitario – que realicen el master una vez hayan palpado la profesión o ámbito de conocimiento en una empresa. Pero cuidado, que hacer el master no es el final de la carrera formativa. Una de las características del nuevo mercado de trabajo es que la formación permanente, continuada y especializada es una necesidad de nuestro día a día. Solo los que se formen permanentemente, hayan hecho master o no, serán capaces de ser profesionales con potencial en el competitivo mercado de trabajo.

¿Cuáles son los próximos proyectos de la UOC?

En estos momentos estamos desarrollando diferentes proyectos de desarrollo, especialmente los relacionados con la capacidad de trabajar en asincronía, ya sea de espacio o de tiempo. Tenemos un programa que llamamos aprop – cerca – que intenta que nuestros profesionales no se desplacen cada día a su centro de trabajo estable, y que, más allá del teletrabajo del que ya gozan, puedan trabajar algún día en los múltiples centros de soporte que tenemos por el país y que tengan cerca de su domicilio. También tenemos programas específicos de gestión del talento y de gestión de la diversidad.

RRHH digital

Josep Ginesta Vicente - Director del Área de Personas de la UOC

La Formación Profesional se estudiara a través de Internet

La Formación Profesional se estudiara a través de Internet

El Ministerio de Educación ha puesto en marcha un portal que permitirá realizar estudios de Formación Profesional a través de Internet. Esta plataforma informa de las opciones existentes en todas las comunidades autónomas, orienta a los estudiantes potenciales y da acceso a una oferta formativa modular con matriculación en línea y estudios que tendrán la misma validez que los presenciales.

La nueva plataforma permitirá que todos aquellos que no disponen de un título de Formación Profesional puedan compaginar sus obligaciones laborales o personales con las actividades formativas necesarias para conseguirlo, mejorando con ello sus opciones en el mercado laboral.El portal de acceso público permite a todos conocer en qué consiste la modalidad a distancia y cuál es la oferta en cada región, ofrece orientaciones para quienes deseen cursar estos estudios, y da acceso a la plataforma virtual desde la que los interesados podrán realizar su formación una vez matriculados. La plataforma presenta materiales interactivos, de fácil manejo, incorpora interesantes recursos en el desarrollo de su contenido y facilita un contacto permanente con el profesorado y con los compañeros.

La secretaria de Estado de Educación y Formación Profesional, Eva Almunia,
destacó la importancia de esta herramienta que permite impulsar el nuevo modelo de Formación Profesional y hacer realidad la necesaria flexibilización del acceso a estos estudios, cumpliendo así una de las medidas recogidas en la "hoja de ruta" de este tipo de educación. Almunia señaló también que esta actuación se enmarca en la necesidad de impulsar un modelo alternativo de crecimiento económico basado en el conocimiento, fomentando la formación continua a lo largo de la vida, el trasvase de unas actividades profesionales a otras, y el aumento de la formación tras el reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación.

De cara al próximo curso 2010-2011 se prevé una oferta mucho más amplia de ciclos formativos en esta modalidad.

Expansion&Empleo

eLearning, la formación del presente y del futuro

eLearning, la formación del presente y del futuro

El acceso a Internet y las tecnologías de la comunicación han crecido en los últimos tiempos de manera paralela a la implantación de la formación online en empresas y organizaciones.

Pero esta evolución no se debe solamente a la tecnología, también es consecuencia de la mejora de los resultados pedagógicos y las metodologías más amenas y vinculadas a la práctica, así como la cultura adquirida en eLearning.

El eLearning ha permitido a millones de empresas y organizaciones de todo el mundo dar auténticos pasos de gigante en formación. La posibilidad de elegir el momento y el lugar donde el usuario quiere formarse, la rapidez y rentabilidad en la formación de grandes colectivos, la unificación de conceptos y métodos a través de las mejores soluciones de comunicación, o las grandes ventajas en la gestión y el seguimiento de la formación… son solo algunas de las claves que podríamos señalar, y que podríamos resumir en dos palabras: interactividad e inmediatez.

Pero no todo es positivo en el mundo del eLearning. Las entidades que apuestan por este tipo de formación, deben saber también discernir correctamente entre la oferta que tienen a su disposición. De hecho, uno de los principales problemas es la abundancia de contenidos basura, si bien los clientes tienen cada vez mejores criterios para medir la calidad de los mismos. Elegir unas soluciones eLearning de la mejor calidad y los contenidos idóneos para la formación online es decisivo para cualquier organización.

Con las grandes ventajas del eLearning y los retos que debe seguir asumiendo, los expertos coinciden en señalar que el eLearning sigue avanzando de manera imparable hasta convertirse en el principal segmento de la formación no reglada.

Aspectos como la profundización de la formación, la optimización del tiempo, la adaptabilidad o la alta rentabilidad y ahorro de costes para empresas y organizaciones que deben ofrecer formación, son suficientes para mantener esta apuesta segura.

De hecho, el eLearning se sitúa entre los principales usos de Internet dentro de las empresas, sólo precedido por la búsqueda de información y las gestiones financieras. El la Unión Europea, por ejemplo, el uso de Internet entre particulares para la formación y la educación se sitúa en un 55%, según los datos del pasado año del Eurostat.

ELEARNING EN ESPAÑA

Como referencia de este crecimiento puede servirnos un análisis de la situación del eLearning en España, país que hoy por hoy supera a Reino Unido, Francia o Alemania en la penetración de la formación online en el mundo de la empresa.

El 51% de los trabajadores españoles ha participado alguna vez en un curso online, y en solo una década la implantación de la formación a través de Internet en las organizaciones españolas ha pasado de ser prácticamente residual a alcanzar más del 25%.

Sin duda, en un mundo globalizado y de las nuevas tecnologías que ha construido una nueva manera de entender la economía, los mercados y la estructura empresarial, el eLearning se ha erigido en la modalidad de formación del presente y también para el futuro.

RRHH Digital

Formación durante toda la vida

Formación durante toda la vida

La formación continua a lo largo de toda la vida se ha convertido en casi un mandamiento para los profesionales que desean tener una trayectoria laboral brillante. En España se ha disparado la inversión en este concepto, especialmente en idiomas, másteres y ’e-learning’.

A lo largo de la última década ha calado una idea entre los profesionales españoles, especialmente entre las nuevas generaciones: la formación ya no es una primera etapa de la vida que culmina con una titulación universitaria y la inserción en el mercado laboral. Ahora, aquéllos que deseen tener una carrera profesional de éxito, ocupando un puesto cualificado o asumiendo posiciones de responsabilidad, deben actualizar sus conocimientos y habilidades a lo largo de su trayectoria, participando en programas de posgrado, de idiomas o en cursos para profesionales.

En épocas de bonanza económica, la inversión en formación se dispara, especialmente la que financian las propias empresas a sus profesionales. Pero también en las etapas de dificultades laborales, si bien crecen los problemas para afrontar estos costes. Sin embargo, aumenta la conciencia sobre la necesidad de mejorar el currículo y diferenciarse para ser competitivo en el mercado de trabajo.

Según un estudio de la consultora especializada en educación superior Círculo Formación, el número de matriculaciones en programas de posgrado aumentará este curso un 12%, debido precisamente al mayor interés de los profesionales en mejorar su nivel de formación en plena etapa de destrucción de empleo. Una reciente encuesta del portal Monster entre sus usuarios asegura que casi la mitad de los trabajadores españoles ha pensado en la opción de participar en algún tipo de curso próximamente. Estos datos están en línea con otro trabajo de la firma de recursos humanos Randstad en el que se afirma que el 67% de los españoles pretende ampliar su formación para enfrentarse mejor a la crisis. Y otro informe de Eurostat asegura que la cuarta parte de los profesionales europeos ha solicitado información para inscribirse en algún programa.

En los últimos diez años, por una parte, se ha universalizado el acceso a los másteres. Antes, como en su día sucedía con los estudios universitarios, era un privilegio al alcance sólo de las capas sociales más acomodadas, que aseguraba la diferenciación frente a otros candidatos a un puesto de responsabilidad. Ahora, el número de titulados universitarios y profesionales con experiencia que participa en un programa de este tipo se ha multiplicado.

Ya no asegura una posición directiva, pero se convierte en un requisito casi imprescindible para ello. Según un análisis de la firma online de cazatalentos CVexplorer, el 54% de los profesionales cuenta con un posgrado o título de máster.

Al tiempo que crecía la demanda, las escuelas de negocios españolas han sabido desarrollar estrategias brillantes que les han supuesto el reconocimiento y el éxito internacional a la par que un importante crecimiento. IESE, IE Business School, ESCP Europe y Esade son centros fijos en las posiciones cabeceras de todas las clasificaciones internacionales en calidad en la formación. Otros, como EADA y ESIC Business &_Marketing School han comenzado a colocarse también en estas listas. El Instituto de Empresa, el Centro de Estudios Financieros (CEF) y la Escuela Europea de Negocios se situaban recientemente en los diez primeros puestos de una clasificación mundial de visibilidad en Internet.

Empresas
Por su parte, en las empresas también se ha ido instalando una mayor conciencia sobre la necesidad de ofrecer una formación interna de calidad a sus empleados, para la mejora constante de las organizaciones. No obstante, este presupuesto es uno de los que primero se recorta cuando la economía atraviesa etapas de contracción como la actual y las compañías reducen costes para compensar la caída de los ingresos. Muchas voces afirman que los responsables empresariales siguen considerando la formación como un gasto y no como una inversión. Pero, aún así, el incremento de recursos empleados en aumentar la cualificación de las plantillas de nuestras empresas ha experimentado un importante crecimiento en estos años.

Si en el año 2004, cuando comenzaron a realizarse las primeras mediciones en esta materia, la empresa española dedicaba 410 millones de euros al año a contratar formación para sus trabajadores, ahora esa cantidad se ha multiplicado por cinco. En el último ejercicio del que se disponen datos, el de 2008, ese volumen de inversión ascendió a 2.095 millones de euros.
También han crecido de forma muy importante los fondos destinados a la formación para el empleo gestionados por el antiguo Forcem, que a lo largo de estos años ha pasado a denominarse Fundación Tripartita, en la que están presentes los sindicatos y patronales mayoritarios y la Administración. En el año 2004 estos presupuestos, procedentes de las cotizaciones a la Seguridad Social de empresas y trabajadores y de los fondos sociales europeos, ascendían a 966 millones de euros. Actualmente, estos recursos rondan los 1.500 millones de euros anuales.

Otro gran cambio en la última década no ha sido cuantitativo, sino metodológico. Las empresas españolas han acogido con los brazos abiertos el e-learning y nuestro país se ha colocado a la cabeza de Europa en la implantación de estos modelos de formación por medio de las tecnologías de la comunicación. Un estudio del Grupo Cegos asegura que España es líder en el Viejo Continente en su uso, aunque no en la calidad de los cursos. Según otro informe de Élogos, el 22% de la formación en nuestras compañías es online.

El inglés, asignatura pendiente
Los españoles siguen viéndoselas y deseándoselas con los idiomas, especialmente el inglés, una herramienta imprescindible en muchos sectores, sobre todo para ciertos niveles de responsabilidad. Apenas el 30% de los mayores de 25 años reconoce que puede utilizar esta lengua.

De ellos, sólo el 5% tiene un nivel avanzado, el 16% dice estar en el intermedio y el 8% se queda en el básico. Son datos nada alentadores de la Encuesta sobre la Participación de la Población Adulta en las Actividades de Aprendizaje, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística. Ello, a pesar de que el esfuerzo tanto público como privado se ha multiplicado en la última década.

Quique Rodríguez.

Expansión

Sólo el 12% de las empresas utiliza las bonificaciones para formación

Sólo el 12% de las empresas utiliza las bonificaciones para formación

Más de 1,6 millones de empresas tienen derecho a recibir bonificaciones para formar a su plantilla, pero sólo el 12% de ellas las solicita, y las que lo hacen no aprovechan todas las ayudas. La cifra es aún más baja entre las pymes, un 8% del total, pese a que los cursos son totalmente gratis para éstas.

La formación continua de los trabajadores no es una prioridad en las empresas españolas. Y eso que existen bonificaciones destinadas a tal efecto que reducen un 60% el coste de la inversión para las grandes compañías y llegan a cubrir el 100% de la financiación en el caso de las pymes. Pese a todo, durante 2008, sólo el 12% de las empresas que tenían acceso a estos fondos impartieron cursos a sus empleados, según un informe publicado ayer por la empresa de formación Garben basado en los datos de Fundación Tripartita. El desconocimiento de las ayudas, la alta temporalidad y la falta de una cultura de preparación profesional continua son algunas de las claves del problema.

Este tipo de bonificaciones está disponible desde 2004. Los planes de formación profesional se alimentan de las cotizaciones a la Seguridad Social que efectúan empresas (un 0,6%) y trabajadores (un 0,1%) por este concepto. Así, cada compañía tiene a su disposición una cantidad de dinero, dependiendo del número de empleados que tenga, para financiar la formación de su plantilla. El pasado año, 1.667.865 empresas podían percibir ayudas -los autónomos sin empleados no tienen derecho-, pero sólo las solicitaron 200.708.

El Estado les concedió un total de 575,2 millones de euros, pese a lo que las compañías tan sólo invirtieron el 68% del montante recibido. Sin ser grandes datos, lejos quedan estas cifras de los 318 millones de euros repartidos en 2005, cuando sólo 60.165 empresas se beneficiaron del fondo. Desde entonces, la difusión de esta posibilidad ha incrementado progresivamente el número de interesados.

Las pequeñas empresas, sin embargo, siguen lastrando el resultado. Mientras que el 81% de las grandes compañías ya aprovechan esta financiación, apenas y el 37% de las medianas (entre 10 y 249 empleados) y sólo el 8% de las pequeñas empresas se sirven de estos planes.

El número de cursos decrece en 2009

"Las pymes son libres de elegir cuándo, cómo y donde forman a sus empleados", subraya el presidente de Garben, Manuel Garrido. No obstante, la valoración que los empresarios hacen de la preparación de su plantilla sigue siendo muy baja, y pese a que su coste sea cero, no se apuesta por una mejora cualitativa del personal. El fenómeno se acentúa en el caso de los trabajadores temporales, en quienes las empresas no se molestan en invertir ni el tiempo en solicitar los fondos.

Los expertos de Garben se temen, además, que la crisis incida negativamente y que los cursos de formación sufran un retroceso durante este año. El hecho de que las empresas deban adelantar el dinero para recibirlo al cierre del ejercicio impedirá a aquellas compañías con problemas de tesorería afrontar el desembolso inicial.

Las cifras

32% de los 575,2 millones de euros adjudicados para formación no se utilizan.

1,9 millones de trabajadores recibieron algún curso durante el pasado año.

1,4 millones de empresas no solicitaron las ayudas.

Cursos para aprender inglés, lo más demandado

Los cursos formativos más demandados por las empresas sitúan en primera posición al estudio del inglés, que fue solicitado por el 16% de las compañías en 2008. Le siguen los relacionados con las habilidades directivas y la gestión de recursos humanos (el 5%), la prevención de riesgos laborales (4,5%) y la instrucción informática a nivel de usuario (3%). Aunque la mayoría de los programas son de formación generalista, los cursos específicos han ido ganando peso en los últimos años. Esto ocurre sobre todo en la industria, sector en el que más empresas mejoran la preparación de su plantilla (42.948 compañías). Le siguen el comercio (35.366), la construcción (32.692) y por último la hostelería (16.185). En cuanto al perfil de los trabajadores inscritos en algún tipo de curso, el año pasado fueron 1,9 millones, el 70% lo componen personas de entre 26 a 45 años, mientras que un 20% están dirigidos a quienes tienen edades superiores.

Los receptores son mayoritariamente hombres (un 57%) y, curiosamente, son los empleados de menor cualificación los que menos preparación adicional reciben. Suponen tan sólo el 20% del total, mientras que un 40% está dirigido a trabajadores cualificados y otro 40% lo integran los directivos y los técnicos superiores. En cuanto a las modalidades, Fundación Tripartita apunta a que los cursos asistenciales son los más exitosos, elegidos por un 65% de las empresas, seguidos por los programas a distancia (21%). Menor peso tienen las modalidades mixtas y de teleformación. Desde Garben destacan, sin embargo, al reciente auge de los formatos de aprendizaje online.

Juande Portillo
Cinco Dias

España invierte el doble en subsidios que en formación

España invierte el doble en subsidios que en formación

Se mire por donde se mire, en España hay un creciente pasotismo por la formación de los trabajadores y, lo que parece más chocante, por la de los parados.

Según el Consejo Económico y Social (CES), el país dedica cada año más del 1,4% del PIB para pagar subsidios de desempleo y jubilaciones anticipadas (políticas pasivas), frente al 0,6% que invierte en reciclar una mano de obra cada vez más alejada de las necesidades del mercado de trabajo (políticas activas).

El balance es cuanto menos sorprendente, ya que la tasa de paro española "del 18,1%" dobla la de la media europea. La gravedad de la crisis ha forzado la dotación extra de 17.000 millones a los Servicios Públicos de Empleo para poder garantizar las prestaciones , un esfuerzo millonario sin precedentes.

Lo que llama la atención a las fuentes próximas al antiguo Inem es que, en este contexto, "las políticas activas son especialmente raquíticas", en relación con la población sin trabajo (más de cuatro millones de personas).

La OCDE traslada las cifras a este desequilibrio. Mientras la media de los programas de formación impulsados en España por parado alcanzaron en los dos últimos años el 16,7% del PIB per cápita, en Irlanda la cifra llegó al 67%; al 31%, en Francia y al 32,8%, en la media de los países desarrollados.

En general, la inmensa mayoría de los europeos que ya han metido su cabeza en el mercado laboral no ve en los cursos de reciclaje profesional una prioridad. Aún sí, el año pasado, según Eurostat, el 35% sí asistió a un curso formativo, cinco puntos por encima que en la arena nacional.

Pero donde de verdad ven un problema los analistas es en el abultado grupo de personas atascado en el desempleo. La razón es doble. Por un lado, tal y como recoge la estadística de Trabajo, el 40% de quienes se alistan en el Inem tiene una probabilidad "baja" o "muy baja" de encontrar un trabajo. A esto hay que añadir que, con el fin del boom inmobiliario "el sector estrella para la creación de puestos de trabajo hasta ahora" y una economía literalmente estancada, cerca de 700.000 parados lleva más de un año buscando empleo, casi un 50% más que en 2008.

Pese a este escenario, hoy por hoy, tan sólo 628.000 desempleados reciben algún tipo de formación, es decir, un escueto 15,7%. Los analistas de Ceprede (Universidad Autónoma), en un informe realizado conjuntamente con la patronal de las agencias de empleo (Agett), destacan que "en menos de tres años el porcentaje de desempleados que recibe formación se ha reducido en siete puntos porcentuales".

Para más inri, y en contra de la bandera ondeada por el Ejecutivo durante estos meses, el director del Inem aclaró la pasada semana que el nuevo subsidio de 420 euros "el denominado cheque parado" no estará "ni mayoritariamente ni exclusivamente" ligado a la formación. Tras este dardo, ni el ministro de Trabajo ni la responsable de Empleo han salido a escena para aclarar este extremo.

Lo urgente es lo que le preocupa ahora al Gobierno
Al Ejecutivo le han sobrevenido dos nuevos problemas laborales en mitad del descanso estival. El Gobierno analiza hoy con las comunidades el nuevo subsidio de 420 euros. Poco o nada ha trascendido sobre la posibilidad de ampliar la ayuda a quienes hayan agotado su prestación antes del 1 de agosto, si bien los socialistas advirtieron ayer de que ampliar la paga supondría duplicar el presupuesto (fijado en 643 millones).

Otro de los frentes calientes es la posible congelación de los salarios de los funcionarios. La Coalición Sindical Independiente de Trabajadores (CSIT) rechazó ayer la medida, máxime cuando en los últimos años los altos cargos han conseguido ventajosas subidas retributivas. El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) también se unió a las críticas.

M. Tejo

Expansion