Jubilarse es bueno para la salud

El Gobierno quiere alargar la vida laboral y retrasar la edad de jubilación. Nos quieren fastidiar aún más y tenernos en el trabajo con garrota y moqueando.

Es verdad que el impacto de la recesión, el envejecimiento demográfico y el aluvión de jubilaciones de los nacidos en el baby boom van a provocar un gran desfase entre ocupados y pensionistas. Esto se agrava si consideramos que la esperanza de vida ha pasado de los 70 años a los 83 actuales, y que los jóvenes cada vez tardan más en empezar a trabajar. El resultado es que en 2050 habrá un cotizante por cada dos jubilados. ¡Imagínense lo que va a tener que trabajar cada empleado para dar de comer a dos pensionistas!

Si no queremos morirnos de hambre cuando estemos jubilados –nos dicen los expertos–, tenemos que trabajar más años. ¡Pues estamos apañados! Hay incluso algunos gurús que dicen que es mejor para nosotros, porque nos evita los traumas postlaborales y hace que estemos más realizados mentalmente durante nuestra vejez. Vamos, que nos hacen un favor dejándonos trabajar más tiempo, no sea que el tiempo libre de la jubilación lo dediquemos a vicios. ¿Se deprimen los jubilados y empeora su salud al perder su vida laboral?

¡Que no nos engañen! Puede que el país quiebre, pero los estudios realizados reflejan que si usted se jubila antes de cumplir los 55 años, su salud rejuvenecerá una década. Y que lo que daña seriamente la salud es el trabajo, sobre todo si éste es muy exigente y poco satisfactorio. Con la jubilación no comienza el declive ni mucho menos. Es verdad que hay que llenar esa etapa de nuestra vida con aficiones y actividades que nos sean placenteras, pero lo cierto es que retirarse a tiempo puede suponer una importante victoria.

Esto es lo que dicen investigadores de las universidades de Estocolmo y Londres, que han realizado un estudio con más de 14.700 trabajadores, valorando su salud durante un periodo de 14 años (siete antes de retirarse y siete después de la jubilación). La salud de los que se retiraron en torno a los 55 años mejoró de forma relevante, y de hecho es como si hubieran ganado 8 ó 10 años de salud. Este rejuvenecimiento se detectó tanto en hombres como en mujeres, y tan sólo un 2% de la muestra no experimentó mejora. Éstos eran individuos con un alto cargo en la empresa, escasa vida social y alta satisfacción en el trabajo. En definitiva, a los únicos que les sienta fatal la jubilación es a los workalcoholics.

Durante los tres años anteriores a retirarse, un 11% de los encuestados sufrió depresión, un 29% presentó dolores musculoesqueléticos y un 32% faltó más de 21 días por enfermedad. Estos factores mejoraron en la mayoría de los empleados que se jubilaron pronto y que no estaban satisfechos en su trabajo.

Los resultados de este estudio reflejan que la calidad de las tareas y del trabajo afecta fuertemente a la salud y, por tanto, contribuyen a la intención que tienen las personas de abandonar su empleo lo antes posible. Lo mejor que pueden hacer las autoridades es mejorar las condiciones laborales, si lo que realmente quieren es que los trabajadores se jubilen lo más tarde posible.

Parece que no van a dejarnos ni jubilarnos en paz.

Manuel del Pozo, subdirector de Expansión