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Reforma laboral: ¿es ésta la solución?

Reforma laboral: ¿es ésta la solución?

Patronal y sindicatos han aparcado el debate sobre la urgencia de realizar cambios estructurales en el mercado laboral. Escuelas de negocio, economistas y abogados plantean sus propuestas.

El desempleo es la cara más amarga de la crisis de la economía española. En apenas dos años, el número de ocupados se ha reducido en 1,5 millones de personas y hay 2,5 millones más de parados, según los datos de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett). El crecimiento de la cifra de desempleados ha superado el 80%, la destrucción de empleo se acerca a una tasa del 8% y el paro afecta ya a 3.629.080 personas, según los datos de agosto de los Servicios Públicos de Empleo (SPE.

El deterioro del mercado de trabajo ha sido fulminante. Hace sólo tres años, la principal lacra del empleo nacional era la elevada temporalidad, cuya tasa se situaba en un 30%. El Gobierno lideró entonces la quinta reforma del Estatuto de los Trabajadores que, si bien tuvo unos efectos limitados –porque las bonificaciones empresariales para la conversión de contratos eventuales en indefinidos sólo se circunscribieron a los seis meses que sucedieron a la reforma–, impulsó la contratación indefinida, perfeccionó la utilización de la contratación temporal y mejoró la protección por desempleo de algunos colectivos. El paro rozaba sus mínimos históricos. En julio de 2007, sólo el 7,9% de la población activa no disponía de trabajo. El objetivo era el pleno empleo y, aparentemente, estaba al alcance de la mano. Pero no fue más que un espejismo. O, como consideran algunos analistas, las consecuencias de un mercado de trabajo rígido, que no fomenta la competitividad empresarial y que deja poco margen para reaccionar ante una crisis económica generalizada, como la que atravesamos en la actualidad.

Sin acuerdo
Durante los meses que precedieron a las vacaciones de verano, y ante el grave recrudecimiento del desempleo, el diálogo social mantenido entre Ejecutivo, patronal y sindicatos se centró en el debate sobre la urgencia de reformar estructuralmente el mercado laboral. Las conversaciones se rompieron sin acuerdo y, en el inicio del curso político, las partes parece que no tienen como objetivo prioritario acercar posturas en torno a una reforma laboral. Fuentes de CCOO aseguran a Expansión & Empleo que se trata de un debate "trasnochado". Y para la CEOE, "no es momento de echar leña al fuego, porque las conversaciones se centran ahora en la renovación de los convenios colectivos".

Sin embargo, el debate sobre el desarrollo de una sexta reforma laboral sí tiene en la actualidad un claro remanente en la esfera empresarial. Para Íñigo Sagardoy, socio director de Sagardoy Abogados, "el diálogo social es el camino adecuado para realizar este tipo de cambios legislativos, pero lo que hoy demanda el mercado laboral difícilmente se puede instrumentalizar entre empresarios y sindicatos". En su opinión, es el Gobierno el que "debe liderar este proceso, dejando el diálogo social para otros cometidos de menor calado, como los incrementos salariales, la negociación colectiva, etcétera".

Daniel Fernández Kranz, economista de IE Business School, cree que es imprescindible acabar con la dualidad que actualmente existe en España entre trabajadores indefinidos y temporales, "un abismo que genera desigualdad e inestabilidad, que afecta directamente a la productividad empresarial y que perjudica los derechos laborales de los trabajadores que gozan de menos seguridad laboral". Su solución también pasa por efectuar "una reforma del mercado de trabajo profunda, que introduzca un tipo de contrato único en el que la cuantía de la indemnización del empleado sea progresiva, es decir, aumente según su antigüedad en la empresa". Coincide en su planteamiento con el Círculo de Empresarios, que propone en su informe Nuevas soluciones para crear empleoestablecer un contrato de trabajo, con unos costes de extinción de la relación laboral mayores que los de los actuales contratos temporales pero inferiores a los de los indefinidos, y determinados por la antigüedad del trabajador.

Por su parte, el profesor del IESE José Ramón Pin considera que "el contrato de Fomento del Empleo que ha propuesto la CEOE sería una medida temporal que facilitaría la contratación". Este tipo de contrato, introducido en la reforma laboral de 1984 y suprimido diez años después, establecía la renovación de la relación laboral cada seis meses, durante un máximo de seis años.
Como recuerda Sandalio Gómez, profesor de la misma escuela de negocios, en el estudio Las reformas laborales en España y su impacto real en el mercado de trabajo en el periodo 1985-2008 "el contrato de Fomento del Empleo se convirtió en la contratación estrella de los empresarios" y no tardó en potenciar la tasa de temporalidad, que tanto ha mermado la salud del mercado de trabajo nacional.

Soluciones sindicales
Para los sindicatos, las soluciones que se proponen desde el colectivo empresarial suponen una evidente reducción de los derechos de los trabajadores. Según subrayó esta semana el secretario general de UGT, Cándido Méndez, "el origen de esta crisis no se encuentra en el ámbito laboral, sino en el poder financiero", por lo que rechazó que "la crisis económica sea soportada por los trabajadores en términos de empleo y salario". En su opinión, "lo que España necesita es una reforma empresarial" y no tanto una de ámbito laboral.

Para el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, las medidas más urgentes son aumentar la protección de los parados "para evitar que caigan en riesgo de exclusión social", reactivar la economía y reformar el sistema financiero, de modo que se garantice el flujo de crédito a las familias y empresas. El documento Propuestas sindicales por el Empleo y la Protección Socialelaborado por ambos sindicatos defiende que las actuaciones más acuciantes pasan, entre otras, por fomentar la actividad emprendedora e impulsar políticas activas de empleo, que mejoren la intermediación con los SPE, incidan en la formación profesional, atiendan a los colectivos con más dificultades de inserción y planteen la reordenación del tiempo de trabajo.
En cualquier caso, el incremento del paro exige que se tomen decisiones urgentes. Aunque difieren en sus soluciones para crear trabajo, el desempleo no deja de ser una piedra en el zapato de empresas, sindicatos y Gobierno.

Beatriz Elías y Tamara Vázquez. Madrid

Expansión y Empleo

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