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El último que salga, que apague la luz

El último que salga, que apague la luz

Anda todo el mundo alborotado con lo que ocurrió en el partido de la Copa del Rey a propósito del Himno Nacional: TVE no lo retransmitió, sonó a la llegada de SS.MM. los Reyes y lo "versionó" en el descanso del partido. La verdad es que es un escándalo perfectamente comprensible, a poco que uno siga el comportamiento de esta versión de gobierno que tenemos al frente el país. Me explico.

¿A quién le puede extrañar que en un país que tiene un  gobierno que versiona la realidad --de forma cotidiana y en todas las esferas de la vida--hasta hacer el ridículo,  la TVE pública se crea con menor capacidad para versionar un himno?

Si Zapatero trata de convencernos de que lo más progresista no es crear empleo sino subsidiar a los parados, ¿por qué la tele pública no ha poder maquillar el "sonido de fondo" y darle más importancia a la música que a la letra? 

Si Zapatero prefiere las  versiones a los hechos (todos se equivocaron ante la crisis, él ya lo advirtió, él nunca prometió pleno empleo, el nunca dejará tirado a nadie sin subsidio, él nunca bajará los impuestos, él nunca dará ayudas al automóvil, él nunca insultará a nadie, él no tocará el estatuto que llegue de Cataluña, él no ha cambiado de política antiterrorista...)  si todo se vacía de contenido, si todo se banaliza (desde la mayoría de edad --a los 18 salvo para abortar--,  hasta la nacionalidad --basta una abuela española si se trata de votar desde fuera de España, pero no es suficiente si vives,  trabajas y pagas tus impuestos  en España--, si  con este gobierno todo es "porque sí" o "como sea", ¿por qué exigirle más rigor a la tele del Gobierno que a él mismo?

Si el Gobierno de Zapatero nos ha tildado de crispadores a quienes exigíamos respeto a los símbolos del orden constitucional, si ha necesitado de reiteración de sentencias para  hacer cumplir la Ley de Banderas, si ha apelado a los sentimientos para justificar que no cumplían las leyes, ¿cómo puede extrañarnos que los responsables de la tele del Gobierno nos traten de engañar ocultándonos la realidad de lo que estaba ocurriendo en el campo del Mestalla?

La reacción de RTVE ante el escándalo ha sido muy notable y muy coherente con este tipo de comportamiento:

TVE destituye a su director de Deportes por no transmitir en directo el himno nacional
14.05.09 - 13:31 - EFE | MADRID

La dirección de Televisión Española ha destituido al director de deportes de la cadena, Julián Reyes, después de que ayer, en la transmisión de la final de la Copa del Rey, no se emitiera en directo el himno nacional, durante el que se produjo una pitada en las gradas, han informado fuentes de TVE, que han señalado que se incumplieron las instrucciones de la dirección en lo que se considera un "error gravísimo" del que se responsabiliza a Reyes.
Durante la retransmisión de la final de Copa, y en el momento en que sonaba el himno y los pitidos de parte de los aficionados en Mestalla, TVE conectó con Bilbao y Barcelona. Posteriormente ofreció esas imágenes en diferido durante el descanso del partido y se disculpó por no haberlas dado antes debido a un "error humano".

Ahí tienen: destituido por poner el himno fuera de hora. Que no, hombre, que no. Que hay que exigir responsabilidades por no contar la verdad... aunque sea con retraso. Que es la versión de los hechos, el engaño, lo que es censurable. Que lo de menos es que sonara a destiempo en la casa de los telespectadores. Porque el desajuste horario si podría ser explicado por razones humanas o técnicas. Pero el "tratamiento" del himno, la eliminación del contexto, es una decisión política que no hay niño chico que se crea que ha salido de la cabeza del director de deportes. Claro, salvo que en la casa se hayan vuelto todos ya más papistas que el papa y tengan comportamientos profilácticos respecto a los símbolos del orden constitucional. Si el Presidente ni siquiera tiene claro lo que es la nación,  quizá los trabajadores del ente, para proteger su futuro profesional, se pone en  creativos y le arreglan el contexto para que el jefe no se lleve un disgusto...

Luego le he escuchado a Rajoy hablar sobre esta cuestión. Y ha puesto el énfasis en que "la mayoría de los españoles estamos con el Rey, con el himno...".  Pues tampoco es eso, hombre. Que este no es un debate sentimental. Que lo que es exigible a los poderes públicos es que defiendan la legalidad: les emocione o no. Y a los medios de comunicación, que cuenten la verdad: les guste o no les guste.

En fin, que el episodio de la retransmisión fraudulenta del partido de futbol no es más que una expresión de la realidad de España: ni tenemos un gobierno, ni tenemos una oposición. Aquí lo que hay son versiones. De lo uno y de lo otro. Claro que lo más grave es lo primero; a partir de ahí, todo es un proceso de imitación. Si tenemos un Presidente que cree que mis reflexión sobre el hecho de que el Gobierno se haya convertido en un coordinador de las diecisiete Comunidades Autónomas queda desautorizada por el hecho de que todos vamos al Congreso a exigirle que actúe, ¿que podemos esperar? ¿Cómo explicarle a este hombre que lo que le pedían todos los grupos es que les diera más para Cataluña, para Canarias, para Navarra, para Baleares, para Cataluña...) pero nadie --salvo el PP y yo misma-- le exigía que interviniera como quien tiene la autoridad, la competencia  y los recursos --políticos y económicos-- para hacer políticas nacionales?

¿Qué se puede esperar de un gobernante que todavía cree que centralismo es igual a desigualdad y descentralización es igual a igualdad? ¿Qué podemos esperar de un gobernante que piensa que más autonomía es siempre sinónimo de más libertad y de más igualdad? ¿Qué podemos esperar de alguien que no reconoce que la exigencia de libertad de elección lingüística no tiene nada que ver con los sentimientos sino con los derechos de los ciudadanos? ¿Qué se puede esperar de tal compota mental?

Pues podemos esperar lo que tenemos: una tele pública que no da fe de lo que ocurre sino que versiona hasta los partidos de futbol. Por cierto, si nos versionan los partidos de futbol, ¿que será con las noticias que nos cuentan cada día en los telediarios? Un supuesto: ¿Existirá María Teresa Fernández de la Vega? ¿Y si los ministros y ministras son en realidad hologramas? Prefiero no seguir: me da miedo.

Lo único que es cierto -- y no porque lo diga la tele del gobierno--  es que esto va de mal en peor. Que mientras mucha gente se pregunta cada día como pagará las facturas o como comprará la comida del día siguiente, hay quien se entretiene en hacer eslóganes y en construir verdades alternativas. Es lo que tiene vivir en un país que en vez de un gobierno tiene una versión. Nada es lo que parece. Y, como ocurre siempre, la realidad es mucho peor que la versión. O sea, el gobierno que existe es mucho peor que la versión que conocemos.

Apaga y vámonos. Lo dicho: el último que salga, que apague la luz.

Rosa Díez

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